Lectura #82
Esta entrada la publico un día después de la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la primera publicación de la tan galardonada novela "Cien años de soledad" y de la cual se han escrito tanto y de tantas maneras elogiándola.
Así como Aureliano Babilonia, conmocionado con cada página que iba descrifrando sobre la historia de su familia escritas en clave por Melquiades con una anticipación de cien años, así me he encontrado varias veces al leer esta genial y monumental novela, y que a pesar de que no es mi primera lectura de ella, considero que me ha impactado más por cuanto los años me han otorgado más capacidad de comprensión de la historia.
Cien años de soledad es la historia de la familia Buendía y del pueblo de Macondo. Ambas historias están muy relacionadas. Los Buendía así como el pueblo tuvieron una época de prosperidad pero luego devino una época convulsa y cruel que originó el descalabro tanto de la familia como del mismo pueblo.
La novela narra la vida de siete generaciones a lo largo de cien años, dicha narración considero una tarea tan titánica de llevarse acabo que solo por eso ya el Gabo (Gabriel García Márquez) debe estar descansando en el Olimpo de los escritores más talentosos.
El carácter cíclico de la historia a través de las generaciones y la perpetuidad de los nombres Aureliano y José Arcadio obliga que uno como lector mantenga una sostenible atención para evitar caer en confusión y estropear la comprensión de la historia.
Desde el primer Buendía que terminó sus días atado a un árbol hasta el último Aureliano, todas son historias sorprendentes, llenas de contradicciones, vidas guidas por sus pasiones para engrandecer el pueblo pero también para llevarlo a la catástrofe.
Leeremos en esta novela los esfuerzos incompresibles de José Arcadio Buendía por la ambición del conocimiento y su revelación para sorpresa de todos al decir de pronto que siempre era lunes; la inagotable e incombustible Úrsula Iguarán, matriarca de la familia que se resistió a concebir el primer hijo por temor a que se cumpliera la profecía terrible del niño con cola de cerdo por unión entre la misma sangre; también leeremos la vida de los hermanos José Arcadio y Aureliano, con temperamentos tan antagónicos pero con una tenacidad por llevar a cabo sus empresas que sorprende, estos rasgos se irán perpetuando a lo largo de las generaciones venideras. También se leerá la fría y rencorosa relación entre las hermanas Amaranta y Rebeca. La aparición de Pilar Ternera, primero, Petra Cotes luego y finalmente Nigromanta, mujeres que tuvieron una gran influencia en el destino de los hombres. La vida de los gemelos, o de los 17 hijos del coronel Aureliano Buendía que levantó 32 guerras y las perdió todas, o las aparaciones fantasmales de los familiares, o la ascención al cielo de la mujer más bella de Macondo, o el exterminio de más de 2000 hombres cuyos cadáveres fueron arrojados al mar y que José Arcadio no se cansó de repetir hasta el cansancio. O las locuras de cada uno de los Buendía que se iban superando en excentricidad. Pero todos finalmente bajo un aura de soledad.
Cada uno de los personajes son tan memorables que nadie pasa desapercibido por la vitalidad y repercusión de cada uno de sus actos en las generaciones venideras.
Culminada esta obra, voy a continuar leyendo parte de su legado literario.
La suerte estuvo del lado del colombiano cuando más de cincuenta años atrás a duras penas pudo enviar la mitad del borrador de esta obra a una editorial que sin revisar la otra parte le dió el visto bueno para su publicación sin que nadie esperara que se convertiría en la novela emblemática de América Latina y que le otorgaría luego el premio nobel en 1982.
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