martes, 27 de diciembre de 2022

Monseñor Quijote (Graham Greene, 1982)

 


'Monseñor Quijote' es una novela que recoge la herencia de 'El Quijote' y la interpretación cristiana que de ella realiza Miguel de Unamuno.

Argumento: Primera parte. Lugar: España pos franquismo. El Toboso. El Padre Quijote es un bondadoso hombre consagrado a Dios, cándido en algunos casos, lee lecturas religiosas como las de San Francisco de Sales. Vive con Teresa, una buena y sencilla mujer que hace las funciones de ama de casa. Pese a la bondad del Padre Quijote, el Obispo de Toboso siente una antipatía muy grande hacia él. El Obispo es un hombre astuto y está más preocupado por conservar la imagen de la institución clerical que seguir la doctrina con la humildad correspondiente.

Un día, el padre Quijote es ordenado Monseñor y decide tomarse unos días de vacaciones. En la aventura que emprenderá lo acompañará Sancho, apodo de Enrique Zancas, ex alcalde del Toboso, de filiación comunista, de ideología marxista, que junto con el Padre Quijote, quizá sean los únicos en haber leído El Quijote de Cervantes.

Ambos montados en un auto Seat 850, de propiedad de Monseñor Quijote y al que lo llama su Rocinante, inician su primera salida por distintos destinos de España como Madrid, Salamanca, Valladolid. Lugares a destacar El Valle de los Caídos como símbolo del franquismo y la Universidad de Salamanca como símbolo de la intelectualidad española teniendo como Unamuno como máximo representante.

Valle de los Caídos 

Estatua de Miguel de Unamuno en la Universidad de Salamanca 

En la segunda parte del libro, luego de una breve estadía en casa, Monseñor Quijote volverá a montarse en Rocinante para llevar a cabo una segunda y definitiva salida al lado de su compañía de aventuras, Sancho. Esta salida será en realidad una huída. La Guardia Civil los persigue e intentan ir hasta Portugal pero deciden ir al Monasterio de Oseira, en aquel lugar dará fin a la historia.


Monasterio de Oseira 


Comentario:

Para alguien que disfruta de la lectura de El Quijote, descubrir que hay novelas hijas, si se puede llamar así, es todo un acontecimiento.

La novela 'Monseñor Quijote' es una proyección, mutatis mutandis, de algunos episodios de 'El Quijote' ambientada en una España posterior a la muerte de Franco. 

En relación a los personajes, obviamente es de destacar los dos personas antagónicos: Monseñor Quijote y Sancho. Entre los personajes secundarios podemos mencionar al Obispo de Toboso, el Padre Herrera (que serán como nuevos Sansón Carrasco), a Teresa (ama de casa de Monseñor Quijote, una mujer buena y sencilla), al Padre Leopoldo y el profesor Pilbeam.

La contraposición de ambos personajes principales da pie a que el autor inserte diálogos que giran en torno a temas religiosos, morales, filosóficos, políticos y seculares. Tanto Monseñor Quijote como Sancho tendrán su propio punto de vista sobre cada cuestión pero poco a poco ambos irán aprendiendo algo nuevo del otro, como en El Quijote. 

Las aventuras en 'Monseñor Quijote' se pueden corresponder con las de 'El Quijote'. Una de las más llamativas es sobre la 'liberación' del atracador de un súper mercado que se encuentra perseguido por la policía, Monseñor Quijote lo ayuda pero este acto de caridad le traerá fatales consecuencias. La aventura se puede corresponder con la liberación de los galeotes que hiciera Don Quijote, en ambos casos recibieron ingratitudes. 

La novela, por tanto, es el viaje de un par de hombres de posiciones contrarias cuya afinidad inicial era conocer 'El Quijote', dos solitarios que emprenden un viaje de libertad para conocerse a sí mismos y afianzar esos lazos de amistad entre ambos, uno defendiendo la fe en Dios y el otro el materialismo dialéctico, planteando discusiones mundanas y elevadas que no siempre se obtendrán respuestas pero que son más llevaderas con un buen queso y vino manchego.

Pasajes:

No hay vino que no sea extraordinario, amigo mío, desde las bodas de Caná.

Morir bien para un hombre significa morir en comunión con Dios.

¿Dónde estaría nuestra fe si no hubiese misterios?

Qué escritor más moral era Cervantes.

Estamos aquí para despertar el arrepentimiento de los pecadores, y hay más pecadores entre los burgueses que entre los campesinos.

Sí no hubiera herejes, Teresa, poca labor tendría un sacerdote.

-¿De verdad espera, padre, que el catolicismo llevará un día a los hombres a la felicidad futura?

-Oh sí, desde luego, lo espero.

Hechos y ficción de nuevo, profesor. Tan es de distinguir -dijo el padre Leopoldo.

martes, 20 de diciembre de 2022

Nochebuena (Nikolái Gógol, 1832)

 


En este cuento, el autor nos introduce en una historia de lo más desopilante y entretenida y asimismo nos enteramos de la cultura del pueblo de Dikanka en fechas navideñas.

Nikolái Vasílievich Gógol (1809 - 1852) crea esta obra de arte introduciendo personajes del imaginario popular como "el diablo" o "la bruja" y los pone a convivir con los sencillos y pecadores pobladores de la aldea de Dikanka.

En el pasaje donde el herrero Vakula se lleva al hombro un saco en cuyo interior se oculta un diablo es inevitable evocar el cuento de Aleksandr Nikoláyevich Afanásiev (1826 - 1871) titulado "el soldado y la muerte". 

Que el cuento posea elementos fantásticos como la aparición de estos personajes o el vuelo del herrero por obra del diablo y que este le conceda deseos para después vengarse o la aparición de una bruja que sale de la chimenea volando en su escoba, estos elementos evocan a la obra de Marlowe (La trágica historia del doctor Fausto) o de Goethe (Fausto) o también la novela El maestro y Margarita de Mikhail Afanásievich Bulgákov (1891 - 1940).

El cuento inicia cuando el diablo se roba la luna en la noche de Navidad para dejar a oscuras el pueblo y vengarse del herrero porque este además de herrero era pintor y piadoso y en una iglesia había pintado al diablo como corresponde lo que hizo enfurecer al diablo, por eso decide robar la luna para  impedir que el herrero vaya a visitar a Oxana, la hermosa hija del cosaco Chub, y de quien el joven herrero vivía enamorado pese al desprecio e indiferencia conque Oxana lo trataba. Oxana le dice que solo se casaría con él si es capaz de conseguir unos zapatitos de la zarina. El pobre herrero queda angustiado.

Pero el plan del diablo no sale como esperaba y los personajes aprovecharán la oscuridad para realizar algunas visitas inoportunas y fantásticas que pondrá de patas arriba al pueblo de Dikanka generando situaciones absurdas y desopilantes. Finalmente la historia tiene un final feliz como un cuento de hadas.

Recomendable.

viernes, 16 de diciembre de 2022

¿Dios existe? (Joseph Ratzinger y Paolo Flores D'Arcais, 2008)


'¿Dios existe?' recopila tres textos, 'La pretensión de la verdad puesta en duda' de Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI), '¿Dios existe?' que corresponde a la transcripción del debate que sostuvieron Joseph Ratzinger y Paolo Flores D'Arcais, filósofo ateo, en el año 2000, y finalmente el texto 'Ateísmo y verdad' de Paolo Flores D'Arcais.

'La pretensión de la verdad puesta en duda'

'La crisis del cristianismo en los comienzos del tercer milenio'

Ratzinger afirma que el cristianismo en Europa atraviesa una profunda crisis como consecuencia de la crisis de su pretensión de la verdad. El ex Papa revela un gran conocimiento de su tiempo afirmando que las causas de esta crisis se deben a que se cuestiona si sea oportuno aplicar el concepto de verdad a la religión, esta cuestión se apoya en la ciencia moderna quien plantea su propia narrativa sobre los orígenes del hombre (darwinismo), poniendo en duda, además, la figura de Jesús.

Ante esto, Joseph Ratzinger realiza su apologética diciendo que «sin duda, la teología cristiana deberá examinar cuidadosamente las distintas instancias que se han alzado contra la pretensión de la verdad del cristianismo en el ámbito de la filosofía, las ciencias naturales, la historia, y tendrá que enfrentarse a ellas». En ese sentido, el ex Papa realiza un recorrido histórico desde la concepción del cristianismo desde sus orígenes, apoyándose en san Agustín: «Lo sorprendente es que, sin vacilar, Agustín adjudica el cristianismo un puesto en el ámbito de la “teología física”, en el ámbito del racionalismo filosófico.» y continúa más adelante «[san] Agustín identifica el monoteísmo bíblico con las ideas filosóficas sobre el fundamento del mundo que se han formado en sus distintas variantes en la filosofía antigua. A ellos se hace referencia cuando, desde el sermón del Areópago de Pablo, el cristianismo se presenta con el propósito de ser la religio vera. Así pues, la fe cristiana no se basa en la poesía ni en la política, esas dos grandes fuentes de la religión; se basa en el conocimiento. Venera a ese Ser que es el fundamento de todo lo que existe, el “Dios verdadero”. En el cristianismo, el racionalismo se ha hecho religión y no es ya su adversario».

Completamente diferente es lo que señala Paolo Flores D’Arcais, quien en el texto “Ateísmo y verdad” señala que la fe es una locura de la razón y que no se puede demostrar racionalmente la existencia de Dios. Pero su desarrollo se limita a lo finito, negando el camino de trascendencia.

En ‘Dios o la nada’ Flores cuestiona «¿Por qué o Dios o la nada? Si acaso, o Dios o lo finito. Pero Dios es lo que debe ser demostrado, más allá de cualquier duda razonable, dado que lo finito “existe”. En cambio, en la intimidación existencial, lo finito —es decir, la existencia mismo— se ve devaluado anticipadamente como nada, desde el punto de vista de un infinito hasta ahora hipotético y enteramente por demostrar. De hecho, solo asumiendo a priori el punto de vista de Dios, es decir el rechazo del posible valor y sentido de nuestra existencia finita como tal, lo finito no es nada, y el aut aut es entre Dios y la nada. Fuera de ese apriorismo lo finito puede ser el sentido de sí mismo, es más, puede ser el ámbito donde, exclusivamente, es posible encontrar un sentido que no sea ilusión, fuga, divertsissement.»

En el debate ente un católico quien cinco años después sería elegido como Papa y un filósofo ateo director de la revista MicroMega, es muy interesante de seguir. Me quedo con la afirmación de Joseph Ratzinger: «La primera cuestión es que san Pablo está convencido de que la fe cristiana apela a la razón, pero también está convencido de que va más allá de las cosas evidentes para la razón porque, así entiendo yo a san Pablo, está en juego el amor, el amor que no es antirracional, sino que excede de mucho a la razón. »

«Ese es el Dios que es logos, como dice después san Juan, que es la razón creadora, que es palabra —porque logos no es simplemente razón, sino que es una razón que ya habla, es decir, un relacionarse, un acercarse, y en ello tenemos ya una renovación del concepto de razón que va más allá de la pura matemática, de la pura geometría del ser— y no obstante logos, y también hablando y también yendo más allá de esa pura matemática, sigue siendo logos a pesar de todo, es decir, razonable… pero lo que aquí se anuncia es el hecho de que este logos es amor —se aproxima— y ese amor efectivamente realiza cosas locas. Porque parece absurdo que un Dios, desde su condición de eterna felicidad, se ponga en juego por esa diminuta criatura que es el hombre, se ponga en juego en este mundo hasta muerte.»

«Eso en realidad contrasta con el concepto puramente filosófico de Dios, y pablo es bien consciente de ese contraste, pero nos da a entender que , en resumidas cuentas, la libertad y grandeza más elevada de la razón es ser también amor, y por tanto sobrepasar el límite que nuestra especulación filosófica podría determinar para esa divinidad».

El debate está en Youtube y lo pueden encontrar aquí.


Un libro recomendable.


Sobre los autores:

(Wikipedia)

Joseph Ratzinger

Benedicto XVI (en latín, Benedictus PP. XVI), de nombre secular Joseph Aloisius Ratzinger (Marktl, 16 de abril de 1927), ha sido el 265.° papa de la Iglesia católica y séptimo soberano de la Ciudad del Vaticano. Resultó elegido el 19 de abril de 2005 tras el fallecimiento de Juan Pablo II, por los cardenales que votaron en el cónclave.


Paolo Flores D'Arcais 


Paolo Flores d'Arcais (Cervignano del Friuli, provincia de Udine, 11 de julio de 1944) es un filósofo, periodista y editor italiano.

Responsable de la revista MicroMega, publica habitualmente sus artículos en prestigiosos periódicos de Europa, como El País (España), Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania) o Gazeta Wyborcza (Polonia).

Sus ensayos se inspiran frecuentemente en el pensamiento de Albert Camus y Hannah Arendt. Es de ideología laicista y ateo militante.

lunes, 12 de diciembre de 2022

¿Cuánta tierra necesita un hombre? (Lev Tolstói, 1886)

Imagen referencial

Se trata de un cuento que pretende darnos una enseñanza moral. La ambición desmedida del campesino Pajom por poseer más riqueza y comodidades a través de la adquisición de tierras le lleva a la muerte sin haber disfrutado nada de lo que iba adquiriendo.

La esposa de este dijo lo siguiente en una conversación con su hermana: "En cambio, la vida del campesino es más segura: modesta, pero larga; nunca seremos ricos, pero siempre tendremos qué comer."

Pajom traiciona esta sentencia y lo vuelve del revés, buscar hacerse rico sin esfuerzo y solo con una pretendida astucia pero paradójicamente su vida dejó de ser larga y lo perdió todo, como aquel apostador de ruleta en una conocida novela de Dostoievski que creyendo que ganaría miles de rublos termina perdiendo hasta el último centavo.

Pajom declara que el problema es que poseen poca tierra y que si tuviera lo suficiente, no tuviera miedo a nadie, ni siquiera al diablo. Y es que es mala idea desafiar a Satanás. Obviamente el diablo lo escuchó, como en aquel episodio de una conocida novela de Bulgákov en los Estanques del Patriarca, donde un par de escritores hablaban de que Jesús nunca existió y el diablo pasaba por ahí escuchándolo todo, para después refutar lo mencionado por los dos escritores y adivinar incluso el destino de ambos.

El diablo, tras lo dicho por Pajom, pensó lo siguiente: «De acuerdo —pensó el diablo—. Haremos una apuesta tú y yo: te daré mucha tierra y gracias a ella te tendré en mi poder».

Como en Fausto, la ambición desmedida de Pajom fue el inicio de su caída, de su final.
Entonces, ¿cuánta tierra necesita un hombre?

viernes, 9 de diciembre de 2022

El Cascanueces y el Rey de los ratones (E.T.A. Hoffmann, 1816)


E.T.A. Hoffmann poseía una imaginación volcánica para crear historias fantásticas, 'El Cascanueces y el Rey de los ratones' es una de las obras más famosas del autor, dio origen al ballet de composición musical de Tchaikovsky que se pone en escena en épocas navideñas.


En la edición de la traducción de Isabel Hernández, se encuentra un epílogo que contiene un resumen del trabajo del autor y un breve análisis del cuento.

Leí el cuento en la traducción de C. Gallardo Mesa, edición que incluye otros cuentos.

El argumento de la obra es el siguiente: en la noche de Navidad, María y Federico Stahlbaum, (Marie y Fritz en otras traducciones) son dos niños que esperan con ansias los regalos de navidad. Uno de los regalos que más llama la atención es un muñeco de Cascanueces que la niña María empieza a apreciar desde el primer momento. A la media noche, María se queda sola acomodando sus juguetes cuando de pronto aparecen una gran cantidad de ratones seguido de un gran ratón de siete coronas: el Rey de los ratones. A partir de este momento, la realidad contada como una navidad común cambia a un relato fantástico donde los muñecos y los ratones entrarán en guerra. Maria cae enferma y al día siguiente el padrino Drosselmeier, que tiene un ojo parchado, que siempre prepara algo novedoso para los niños, le cuenta la historia de la nuez dura que da origen al problema entre el Cascanueces y los ratones. Maria se queda fascinada y llenará su imaginación con las historias que escucha de su padrino, mientras sus padres lo toman a la broma con un simple cuento de hadas.
El Cascanueces vuelve aparecer y lleva a María a recorrer diferentes mundos para el deleite de la imaginación.

Es de resaltar las siguientes características del texto: el juego que se presenta entre la realidad y la fantasía, creando puentes entre ambos a través de la imaginación de los niños, la amenaza de un mundo distinto, esa otredad que es pozo de los miedos y fantasía, el tema del doble, las escenas de hadas que se intercalan con escenas macabras, el relato dentro del relato que permitirán conocer el origen de la aparición del Rey de los ratones, entre otros elementos.

Recomendable.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Diario de un hombre superfluo (Turgueniev, 1850)

 


Turgueniev tuvo la perspicacia, como todo gran escritor, de retratar a la sociedad de su época a través de su arte, la literatura.

La aparición de 'Diario de un hombre superfluo' supuso la aparición de una denominación a un tipo de personaje que ya habían sido dibujados por otros escritores, Pushkin o Dostoievski, pero en esta obra el personaje es consciente plenamente de su condición superflua.

La obra corresponde a diario que el protagonista, Chulkaturin, empieza a escribir dos semanas antes de su muerte.

Este personaje no tiene idea de qué contar y tampoco está seguro si lo que contase valdría la pena debido a que se considera un cero, alguien cuya existencia es tan insignificante que no ha tenido impacto en nadie. Así, él mismo se denomina un hombre superfluo y decide contar un episodio de años atrás para demostrar al lector de su condición. El episodio le ocurrió años atrás cuando visitó por seis meses la ciudad de provincia O. y en la que tuvo una decepción amorosa. Apenas eso puede dejar como 'el recuerdo de su vida'. 

El libro pese su corta extensión deja suficiente constancia del espíritu de un hombre en una época determinada, nos interpela como lectores a reflexionar y quizá sea esta época más que nunca donde abunden hombres superfluos, una época en la que cada vez más somos considerados como objetos de producción y ya no como personas con dignidad, en esta época de explosión tecnológica, pérdida de la fe cristiana y apariciones de ideologías demoníacas como el transhumanismo.

viernes, 2 de diciembre de 2022

La desgracia de ser inteligente (o El mal de la razón) (Aleksandr Griboyédov, 1831)


Cómo comparar y ver
el siglo actual y el siglo pasado:
¡Fresca leyenda, pero difícil de creer! ('La desgracia de ser inteligente')

Obra póstuma que inmortalizó al joven autor Aleksandr Serguéievich Griboyédov. 'La desgracia de ser inteligente' o también traducida como 'El mal de la razón' es una obra clásica de la literatura rusa y citada en varias novelas de los rusos más conocidos como por ejemplo, Dostoievski o Bulgákov.

Pasaje de 'Los hermanos Karamázov' (Dostoievski) donde un personaje cita a personajes de la obra 'La desgracia de ser inteligente'

En la imagen de arriba vemos un pasaje de la novela 'Los hermanos Karamázov' en la cual se evidencia que la obra 'La desgracia de ser inteligente' es una fuente de la novela de Dostoievski. 


En la imagen de arriba vemos que Bulgákov en su novela 'El maestro y Margarita' llama a un capítulo como 'todo ocurrió en Griboyédov', nombre que recibe la casa de los escritores en la novela de Bulgákov. 

'La desgracia de ser inteligente' es una pieza de teatro en cuatro actos. En palabras del crítico Belinski, es una sátira, no comedia, contra una parte de la sociedad moscovita.

La obra está realizada en verso libre y la traducción de Oleg Y. Shatrov ha procurado mantener la presencia de rima en la mayoría de los versos.

Asimismo, la obra está llena de epítetos y epigramas que muchos de ellos se han convertido en parte de los dichos populares en Rusia. 

"-¿Dónde se está mejor?
- Donde nosotros no estamos"

Además la obra posee personajes parlantes como el coronel Sacacolmillov; el patético Repetilov; el esposo de Natalia Dimitrievna, el militar Platón Mijáilych (llamado por su esposa 'mi cielo', 'mi alma'); el secretario de Famusov, el silencioso Silencin; incluso se menciona a un personaje llamado Foma Fomich (!), etc. 

Todos ensartan unos diálogos llenos de comicidad. Todos juegan el juego de las apariencias. Pero la aparición de Aleksandr Andreich Chatski, revela a través de sus líneas, un desprecio total a esa forma de vivir de aquella sociedad, es ingenioso para ensartar epítetos y epigramas. Incomoda a los demás y mucho, a tal punto que lo tildan de loco y qué rápido corre aquel rumor.

Según Belinski, la obra está por encima de las de Fonvizin pero muy por debajo de 'El inspector' de Nikolai Gógol. En suma es una obra llena de ingenio y muy recomendable de leer.

Tras leer la obra, me ha recordado a las comedias de Aristófanes o de Lucio de Samosata, asimismo el personaje de Chatski me ha recordado a Pechorin ('Un héroe de nuestro tiempo' de Lermontov), y a Eugenio Oneguin (Pushkin) así como también me anima a leer a Byron.

Pueden leer la obra por internet consultando como "El mal de la razón pdf".

Sobre el autor:
(Wikipedia)


Aleksandr Serguéievich Griboiédov o Griboyédov, en ruso Александр Сергеевич Грибоедов (Moscú, 15 de enero de 1795-Teherán, Persia, 11 de febrero de 1829) fue un dramaturgo, músico, diplomático y poeta ruso.

sábado, 19 de noviembre de 2022

Nikolái Gógol (Vladimir Nabokov, 1944)

 


Un genio sobre otro genio. Así se puede denominar este libro en una frase. Publicado en español por la Editorial Anagrama a principios de este año 2022, traducido por Anna Renau, espero que no pasen tantos años para que otro libro tan importante pueda ser traducido al español (la obra en idioma original -inglés- es de 1944).

Vladimir Nabókov en este libro lo que hace es mostrarnos los mecanismos ocultos del proceso artístico de Nikolái Gógol. No nos cuenta lo obvio, la lectura superficial de sus obras, ni las interpretaciones canonizadas de las mismas. Nabokov revela un profundo conocimiento del arte de su compatriota y de su biografía. 

Las obras analizadas son El inspector, Almas muertas y El capote; al final el libro contiene la cronología del autor (elaborada por Nabokov a insistencia de su editor) y finalmente notas explicativas y complementarias a sus análisis.

Nikolái Gógol (nacido en 1809), un hombre de una brillante fantasía que le sirvió para crear obras inmortales como las arriba citadas pero que lamentablemente ese fuego imaginativo fue apagándose con el paso del tiempo por el mismo laberinto de sus ideas y creencias, y por más esfuerzo que hizo por alimentarse de fuentes externas (incluso viajó a Palestina) no pudo volver a ser el mismo de antes. No halló la manera de hacer la segunda parte de Almas muertas, segunda parte que daría un giro moralizante en oposición a las aventuras demoníacas del Sr. Chíchikov en la primera parte. Finalmente quemó sus manuscritos y murió al poco tiempo (1852).

Las brillantes traducciones que hace Nabokov de algunos pasajes de las obras de Nikolai Gógol revelan, en la medida de sus posibilidades, la magia de la obra creativa de Gógol, sus impresionantes recursos, por ejemplo, para introducir personajes secundarios a partir de una secuencia insólita (por ejemplo al comparar un carruaje con la forma de una sandía, esa palabra servirá de gatillo para seguir otras comparaciones o derivaciones hasta la aparición de un personaje secundario (un músico) que tan pronto aparece como se va). 

Ahora vayamos a leer nuevamente a Gógol pero con las gafas construidas por Nabokov.

Para concluir cierro con un pasaje del libro:

« Como uno o dos lectores pacientes puede que hayan deducido a estas alturas, este es en realidad el único llamamiento que me interesa, Mi propósito al poner por escrito estas notas sobre Gógol ha quedado, espero, perfectamente claro. Hablando en plata, viene a ser lo siguiente: si esperas averiguar algo acerca de Rusia, si estás ansioso por saber por qué los curtidos alemanes erraron en su bombardeo aéreo, si lo que te interesa son "ideas", "hechos" y "mensajes", aléjate de Gógol. La horrible molestia de aprender ruso con el fin de leerle no te será reembolsada en el tipo de moneda que tú utilizas. Aléjate, aléjate. No tiene nada que contarte. Mantente alejado de la vía. Alta tensión. Cerrado per sécula seculorum. Evítalo; abstente; no. Me gustaría tener aquí una lista completa de todos los interdictos, vetos y amenazas posibles..., apenas necesaria, por supuesto, dado que la clase de lector equivocada, ciertamente no llegará nunca tan lejos. Pero sí recibo con los brazos abiertos a la clase buena de los mismos: mis hermanos, mis dobles. Mi hermano està tocando el órgano. Mi hermana está leyendo. Esta es mi tía. Primero aprenderás el alfabeto, las labiales, las linguales, las dentales, las letras que zumban, el zángano y el abejorro, y la mosca tsé-tsé. Una de las vocales te hará decir "¡Puaj!". Te sentirás mentalmente agarrotado y magullado tras tu primera declinación de los pronombres personales. Sin embargo, no veo ningún otro modo de llegar a Gógol (ni a ningún otro escritor ruso, en realidad). Su obra como todos los grandes logros literarios, constituye un fenómeno de lenguaje, y no un fenómeno de ideas. »

Un libro recomendable.

sábado, 12 de noviembre de 2022

La ruta de Don Quijote (Azorín, 1905)


A José Martínez Ruiz, ‘Azorín’, que trabajaba en el diario 'El imparcial', le encargaron elaborar artículos para conmemorar el tricentenario del Quijote; después sus artículos darían forma al libro «La Ruta de Don Quijote».

Cómo buen español, Azorín conocía y admiraba el Quijote; para cumplir con el encargo viajó hasta La Mancha para visitar los pueblos, es decir, como explica Azorín en el capítulo I 'La partida', «los pueblos son las ciudades y las pequeñas villas de La Mancha y de las estepas que yo amo;»

Y es que Azorín también era, al igual que Don Quijote, un aficionado a la lectura, sino miren cómo reacciona Doña Isabel en el siguiente pasaje:

«Yo creo -dice Isabel-, Azorín, que esos libros y esos papeles que usted escribe le están matando. Muchas veces -añade sonriendo- he tenido la tentación de quemarlos todo durante alguno de sus viajes.»

Tal tentación fue cumplida siglos atrás con la biblioteca de Don Quijote cuando la ama, la sobrina, el cura y el barbero se confabularon para quemar los libros de la biblioteca del hidalgo manchego, por considerarlos causa de su locura.

Pero vuelvo al libro de turno, este consta de una dedicatoria, quince capìtulos y una nota titulada "pequeña guía para los extranjeros que nos visiten con motivo del centenario".

Lo que hizo Azorín fue una hazaña que todo aficionado del Quijote agradece. Dejar un registro imperecedero de sus experiencias en aquellos lugares legendarios con gente maravillosa.

Azorín visitó Argamasilla, el río Guadiana, Puerto Lápiche, Ruidera, la cueva de Montesinos, El Toboso, entre otros pueblos.

Ahora dejo algunos pasajes del libro referido capítulo a capítulo:

Capítulo I: La partida

«¿Nuestra vida no es como la del buen caballero errante que nació en uno de estos pueblos manchegos? Tal vez, si, nuestro vivir, como el de don Alonso Quijano el Bueno, es un combate inacabable, sin premio, por ideales que no veremos realizados...»

«Lector: perdóname; yo soy un pobre hombre que, en los ratos de vanidad, quiere aparentar que sabe algo, pero que en realidad no sabe nada.»

Capítulo II: En marcha

«Señoras mías, escuchadme un momento. Yo les agradecería a vuesas mercedes un poco de salpicón, un poco de duelos y quebrantos, algo acaso de alguna olla modesta en que haya "más berza que carnero"»

Capítulo III. Psicología de Argamasilla

«Don Quijote de la Mancha había de ser forzosamente de Argamasilla de Alba. Oídlo bien; no lo olvidéis jamás: el pueblo entero de Argamasilla es lo que se llama un pueblo andante.»

«¿Cuándo vivió don Alonso? ¿No fue por estos mismos años que hemos expresado anteriormente? Cervantes escribía con lentitud; su imaginación era tarde en elaborar; salió a luz la obra en 1605; mas ya entonces el buen caballero retratado en sus páginas había fenecido, y ya desde luego hemos de suponer que el autor debió de comenzar a planear su libro mucho después de acontecer esta muerte deplorable, es decir, que podemos sin temor afirmar que don Alonso vivió a mediados del siglo XVI, acaso en 1560, tal vez en 1570, es posible que en 1575.»

«Precisamente en este mismo año, nuestro rey don Felipe II requería de los vecinos de la villa de Argamasilla una información puntual, minuciosa, exacta, de la villa y sus aledaños. ¿Cómo desobeceder a este monarca? No era posible.»

«Pero el pueblo —y aquí entramos en otra etapa de su psicologìa—; el pueblo primitivamente se hallaba establecido en el lugar llamado Moraleja; ocurría esto en 1555. Mas una epidemia sobreviene; la población se dispersa; reina un momento de pavor y de incertidumbre, y como en un trope, los moradores corren hacia el cerro llamado de Boñigal y allí van formando nuevamente el poblado. Y otra vez, al cabo de pocos años, cae sobre el flamante caserío otra epidemia, y de nuevo, atemorizados, enardecidos, exasperados, los habitantes huyen, corren, se dispersan y se van reuniendo, al fin, en el paraje que lleva el nombre de Argamasilla, y aquí fundan otra ciudad, que es la que ha llegado hasta neustros dìas y es en la que ha nacido el gran manchego.»

«¿Veis cómo el pánico, la inquietud nerviosa, la exasperación, las angustias que han padecido las madres de estos nuevos hombres se ha comunicado a ellos y ha formado en la nueva ciudad un ambiente de hiperestesia sensitiva, de desasosiego, de anhelo perdurable por algo desconocido y lejano? ¿Acabáis de aprender cómo Argamasilla entero es un pueblo andante y cómo aquí había de nacer el mayor de los caballeros andantes?»

«"Este —dicen los vecinos informantes— es un pueblo enfermo, porque cerca de esta villa se suele derramar la madre del río de Guadiana, y porque pasa por esta villa y hace remanso el agua, y de causa del dicho remanso y detenimiento del agua salen muchos vapores que acuden al pueblo con el aire".»

«Argamasilla es un pueblo enfermizo, fundado por una generación presa de una hiperestesia nerviosa.»

Capítulo IV El ambiente de Argamasilla

«Cuánto tiempo hace que estoy en Argamasilla de Alba? ¿Dos, tres, cuatro, seis años? He perdido la noción del tiempo y la del espacio; ya no se me ocurre nada ni sè escribir,»

«Aquí cada imaginación parece que ha de marchar por su camino, independiente, opuesta a toda traba y ligamen; no hay un ambiente que una a todos los espíritus como en un haz invisible; las calles son de una espaciosidad extraordinaria; las casas son bajas y largas; de trecho en trecho, un inconmensurable portalón de un patio rompe, de pronto, lo que pudièramos llamar la solidaridad espiritual de las casas; allá, al final de la calle, la llanura se columbra inmensa, infinita, y encima de nosotros, a toda hora limpia, como atrayendo todos nuestros anhelos, se abre también inmensa, infinita, la bóveda radiante, ¿No es este el medio en que han nacido y se han desarrollado las grandes voluntades, fuertes, poderosas, tremendas, pero solitarias, anárquicas, de aventureros, navegantes, conquistadores? ¿Cabrá aquí, en estos pueblos, el concierto íntimo, tácito, de voluntades y de inteligencias, que hace la posperidad sólida y duradera de uan nación? Yo voy recorriendo las calles de este pueblo.»

«Argamasilla en 1575 contaba con 700 vecinos; en 1905 cuenta con 850. Argamasilla en 1575 tenía 600 casas; en 1905 tiene 711. En tres siglos es bien poco lo que se ha adelantado. "Desde 1900 hasta la fecha —me dicen— no se han construido más allá de ocho casas". Todo està en profundo reposo.»

Capítulo V. Los Académicos de Argamasilla

«"...Con tutta quella gente que si lava in Guadiana...". Ariosto, Orlando Furioso, canto XIV»

«Pero si estoy dispuesto a creer firmemente que Cervantes era manchego y estuvo encerrado en Argamasilla, en cambio —perdonadme mi incredulidad— me resisto a secundar la idea de que Don Quijote vivió en este lugar manchego. Y entonces, cuando he acabado de exponer tímidamente, con toda cortesía, esta proposición, don Cándido me mira con ojos de una mayor espanto, de una más profunda estupefacción y grita extendiendo hacia mí los brazos:

—¡No, no por Dios! ¡No, no señor Azorín!¡Llévese usted a Cervantes; lléveselo usted en buena hora; pero déjenos usted a Don Quijote!»

«Don Quijote era el propio don Rodrigo Pacheco, el que está retratado en nuestra iglesia, y no podrá nadie, nadie, por mucha que sea su ciencia, destruir esta tradición en que todos han creído y que se ha mantenido siempre tant fuerte y tan constante...»

«¿No os agradaría esto a vosotros? Don Carlos lee y relee a todas horas el Quijote; Don Juan Alfonso —tan parco, tan mesurado, de tan sólido juicio— ha escudriñado, en busca de datos sobre Cervantes, los más diminutos papeles del archivo; don Luis cita, con menudos detalles, los más insignificantes parajes que recorriera el caballero insigne. Y don Cándido y don Francisco traen a cada momento a colación largos párrafos del gran libro. Un hálito de arte, de patriotismo, se cierne en esta clara estancia en esta hora, entre estas viejas figuras de hidalgos castellanos.»

Capítulo VI. Siluetas de Argamasilla

«Juana María.

Juana María ha venido y se ha sentado un momento en la cocina; Juana María es delgada, esbelta; sus ojos son azules; su cara es ovalada; sus labios son rojos. ¿Es manchega Juana María? ¿Es de Argamasilla? ¿Es del Tomelloso? ¿Es de Puerto Lápiche? ¿Es de Herencia? Juana María es manchega castiza. Y cuando una mujer es manchega castiza, como Juana María, tiene el espíritu más fino, más sutil, más discreto, más delicado que una mujer puede tener. ... Pero, duerante un momento las voces de las comadres enmudecen; entonces, en el breve silencio, tal vez como resumen o corolario a lo que se iba diciendo, suena una voz que dice: 

—¡Ea, todas las cosas vienen por su cabales!

Vosotros, que estabais inclinados sobre la lumbre, levantáis rápidamente la cabeza sorprendidos. ¿Qué voz es esta? —pensáis vosotros—. ¿Quièn tiene esta entonación tan dulce, tan suave, tan acariciadora? ¿Cómo una breve frase puede ser dicha con tan natural y tan supremo arte? Y ya vuestras miradas no se apartan de esta moza de los ojos azules y de los labios rojos. Ella está inmovil; sus brazos los tiene cruzados sobre el pecho; de cuando en cuando se encorva un poco, asiente a lo que oye con un ligero movimiento de cabeza, o pronuncia unas pocas palabras mesuradas corteses, acaso subrayadas por una dulce sonrisa de ironía....

¿Cómo, por qué misterio encontráis este espíritu aristocrático bajo las ropas y atavíos del campesino?¿Cómo, por qué misterio desde un palacio del Renacimiento, donde este espíritu se formaría hace tres siglos, ha llegado, en estos tiempos, a encontrarse en la modesta casilla de un labriego? Lector: yo oigo sugestionado las palabras dulces, melódicas, insinuantes, graves, sentenciosas, suavemente socarronas a ratos, de Juana María. Esta es la mujer española.»

«Ya es media mañana; las horas van pasando lentas; nada ocurre en el pueblo; nada ha ocurrido ayer; nada ocurrirá mañana.»

«¿No sentís una profunda atracción hacia estas voluntades que se han roto súbitamente, hacia estas vidas que se han parado, hacia estos espíritus que —como quería el filósofo Nietzsche— no han podido sobrepujarse a sí mismos? Hace tres siglos en Argamasilla comenzó a edificarse una iglesia; una día la energía de los moradores del pueblo cesó de pronto; la iglesia, ancha, magnífica, permaneció sin terminar; media iglesia quedó cubierta; la otra mitad quedó en ruinas.»

«Y luego, cuando se le ha hablado largo rato de las diferentes ocasiones memorables en que èl ha sido llamado para confeccionar este manjar, él afirma que de todas cuantas veces como de ellos, siempre encuentra mejores los que se halla comiendo cuando los come.

Y esta es una grande, una suprema filosofía; no hay pasado ni existe porvenir; sólo el presente es real y es lo trascendental. ¿Qué importan nuestros recuerdos del pasado, ni qué valen nuestras esperanzas en lo futuro? Sólo estos suculentos galianos que tenemos delante, humeadores en su caldero, son la realidad única; a par de ellos el pasado y el porvenir son fantasías.»

Capítulo VII. La primera salida

«Ya llevamos caminando cuatro horas (...) Por este camino, a través de estos llanos, a estas horas precisamente caminaba una mañana ardorosa de julio el gran caballero de la Triste Figura; sólo recorriendo estas llanuras, empapándose de este silencio, gozando de la austeridad de este paisaje, es como se acaba de amar del todo, íntimamente, profundamente, esta figura dolorosa. ¿En qué pensaba don Alonso Quijano el Bueno cuando iba por estos campos a horcajadas en Rocinante, dejadas las riendas de la mano, caída la noble, la pensativa, la ensoñadora cabeza sobre el pecho? ¿Qué planes, qué ideales imaginaba? ¿Qué inmortales y generosas empresas iba fraguando?»

«¿De qué manera no sentirnos aquí desligados de todo? ¿De qué manera no sentir que un algo misterioso, que un anhelo que no podemos explicar, que un ansia indefinida, inefable, surge de nuestro espìritu?»

Capítulo VIII. La Venta de Puerto Lápiche

«José Antonio, es decir, es el único médico de Puerto Lápiche. (...) —Don José Antonio —Le digo yo, cuando hemos cambiado las imprescindibles frases primeras—; don José Antonio, ¿es verdad que existe en Puerto Lápiche aquella venta famosa en que fue armado caballero Don Quijote?

Don José Antonio sonríe un poco.

—Es es mi debilidad —me dice—; es venta existe, es decir, existía; yo he preguntado a todos los más viejos del pueblo sobre ella; yo he recogido todos los datos que me ha sido posible...y —añade con un mirada con que parece pedirme excusas— y he escrito algunas cosillas sobre ella, que verá usted luego.»

«Mas yo estoy hablando como si realmente tal venta existiese, y la tal venta, amigo lector, no existe.»

«Se comprende cómo Don Quijote, retirado en un pueblecillo modesto, pudo allegar, sin salir de él, todo el caudal de sus libros de caballerías? ¿No proporcionarían tales libros al buen hidalgo gentes de humor que pasaban de Madrid o de Valencia y que acaso se desahogarían de la fatiga deñ viaje charlando un rato amenamente con este caballero fantaseador? Y, ¿no le dejarían gustosos, como recuerdo, a cambio de sus razones bizarras un libro de Amadís o de Tirante el Blanco

Capítulo IX. Camino de Ruidera

«Por esta misma parte por donde yo acabo de partir de la villa, hacía sus salidas el caballero de la Triste Figura; su casa —hoy extensa bodega— lindaba con la huerta; una amena y sombría arboleda entolbada gratamente el camino:»

«Ya sabéis que don Alonso Quijano el Bueno dicen que era el hidalgo don Rodrigo Pacheco.»

«Y en este punto, en nuestro andar incesante, descubrimos lo más estupendo, lo más extraordinario, lo más memorable y grandioso de este viaje. Una casilla  baja, larga, con pardo tejadillo de tejas rotas, muéstrase oculta, arrebozada entre las gráciles enramadas de olmos y chopos; es un batán, mudo envejecido, arruinado.»

Capítulo X. La Cueva de Montesinos

«Ya el cronista se siente abrumado, anonadado, exasperado, enervado, desesperado, alucinado por la visión continua, intensa, monótona de los llanos de barbecho, de los llanos de eriazo, de los llanos cubiertos de un verder imperceptible, tenue.»

«Cervantes dice que de la aldea hasta la cueva media dos leguas; esta es la cifra exacta.»

«"estar muy cerca" vale tanto como expresar que aún nos queda por recorrer un kilómetro largo. Ya estamos cerca de la cueva famosa; hemos de doblar un eminente cerro que se yergue ante nuestra vista; luego hemos de descender por un recuesto; después hemos de atravesar una hondonada. Y, al fin, ya realizadas todas estas operaciones, descubrimos en un declive una excavación somera, abierta en tierra roja.»

«La empresa que iba a llevar a cabo era tremenda; tal vez pueda ser esta reputada como la más alta de sus hazañas. Don Alonso Quijano el Bueno está inmovil, arrogante, ante la cueva; si en su espíritu hay un leve temor en esta hora, no lo vemos nosotros.»

«"—¡Oh, señora de mis acciones y movimientos —repite Don Quijote—, clarísima y sin par Dulcinea del Toboso! Si es posible que lleguen a tus oídos las plegarias y rogaciones de este tu venturoso amante, por tu inaudita belleza te ruego las escuches, que no son otras que rogarte no me niegues tu favor y amparo ahora que tanto lo he menester".»

«Porque el gran idealista no vería negada a Dulcinea; pero vería negada la eterna justicia y el eterno amor de los hombres.»

Capítulo XI. Los molinos de viento

«¿Os extrañará que don Alonso Quijano el Bueno tomara por gigantes los molinos? Los molinos de viento eran, precisamente cuando vivía Don Quijote, una novedad estupenda; su implantaron en La Mancha en 1575.»

«¿Cómo extrañar que la fantasía del buen manchego se exaltara ante estas máquinas inauditas, maravillosas?»

Capítulo XII. Los Sanchos de Criptana

«—Señor Azorín —dice este hidalgo—; nosotros somos los Sancho Panzas de Criptana; nosotros venimos a incautarnos de su persona.»

«en Criptana no hay Don Quijotes; Argamasilla se enorgullece con ser la patria del caballero de la Triste Figura; Criptana quiere representar y compendiar el espìritu pràctico, bondadoso y agudo del sin par Sancho Panza.»

«en los demás pueblos de La Mancha, que se crean Quijotes si les place; aquí nos sentimos todos compañeros y hermanos espirituales de Sancho Panza.»

«—Señor Azorín —me dice—, yo he compuesto un himno a Cervantes para que sea cantado en el Centenario.

—Perfectamente, don Bernardo —contesto yo.

—¿Quiere usted oirlo, señor Azorín? —torna él a decirme.

—Con mucho gusto, don Bernardo —vuelvo yo a contestarle.

Y don Bernardo tose un poco, vuelve a toser y comienza a cantar en voz baja, mientras el coche da unos zarandeos terribles:

Gloria, gloria, cantad a Cervantes, 

creador del Quijote inmortal...»

«la idea tiempo, en mis andanzas por La Mancha, ha desaparecido de mi cerebro.»

«Y yo pienso en lo más íntimo de mi ser: "Pero este don Bernardo, tan cariñoso, tan bueno, ¿será realmente un Sancho Panza, como él asegura a cada momento, o tendrá más bien algo del espíritu de Don Quijote?»

Capítulo XIII. En el Toboso

«tal vez vosotros sois unos pobres hombres —como el cronista— que no habéis salido jamás de vuestros libros.»

«Los terrenos grisàceos, rojizos, amarillentos, se descubren, iguales todos, con una monotonía desesperante. (... al doblar una loma distinguís en la lejanía remotísima, allá en los confines del horizonte, una torre diminuta y una mancha negruzca, apenas visible en la uniformidad plomiza del paisaje. Este es el pueblo del Toboso.»

«Hay algo en las proximidades de este pueblo que parece como una condensación, como una síntesis de toda la tristeza de La Mancha.»

«El silencio es profundo; no descubrís ni un ser viviente; el reposo parece que se ha solidificado.»

«¿Cómo el pueblo del Toboso ha podido llegar a este grado de decadencia? —pensáis vosotros mientras dejáis la plaza—. "El Toboso —os dicen— era antes una población caudalosa; ahora no es ya ni sombra de lo que fue en aquellos tiempos. Las casas que se hunden no tornan a ser edificadas; los moradores emigran a los pueblos cercanos; las viejas familias de los hidalgos —enlazadas con uniones consanguíneas desde hace dos o tres generaciones —acaban ahora sin descendencia." Y vais recorriendo calles y calles. Y tornáis a ver muros ruinosos, puertas tapiadasa, arcos despedazados. ¿Dónde estaba la casa de Dulcinea? ¿Era realmente Dulcinea esta Aldonza Zarco de Morales de que hablan los cronistas?»

Capítulo XIV. Los miguelistas del Toboso

«Por qué no he de daros la extraña, la inaudita noticia? En todas partes del planeta el autor del Quijote es Miguel de Cervantes Saavedra; en el Tobolso es sencillamente Miguel. Todos le tratan con suma cordialidad; todos se hacen la ilusión de que han conocido a la familia»

«—Señor Azorín —repite don Silverio—; Miguel no era de aquí; Blas tampoco. Pero ¿cómo dudar de que el abuelo lo era? —No lo dude usted —añade doña Pilar sonriendo afablemente—; don Silverio tiene razón.»

«—Sí, Miguel era manchego —añade don VIcente pasando la mano por su barba.

—Sí, era manchego —dice don Jesús.

—Era manchego —añade don Emilio.

—¡Ya creo que lo era! —exclama don Diego levantando la cabeza y saliendo de sus remotas ensoñaciones.

Y don Silverio agrega dando una recia voz:

—¡Pero váyales usted con esto a los académicos!

Y ya la gran palabra ha sido pronunciada. ¡Los académicos! ¿Habéis oído? ¿Os percatáis de toda la trascendencia de esta frase? En toda la Mancha, en todos los lugares, pueblos, aldeas que he recorrido, he escuchado esta frase, dicha siempre con una intencionada entonación. Los académicos, hace años, no sé cuando, decidieron que Cervantes fuese de Alcalá y no de Alcázar; desde entonces, poco a poco, entre los viejos hidalgos manchegos ha ido formándose un enojo, una ojeriza, una ira contra los académicos. Y hoy en Argamasilla, en Alcázar, en El Toboso, en Criptana, se siente un odio terrible, formidable, contra los académicos. Y los académicos no se sabe a punto fijo lo que son; los académicos son, para los hombres, para las mujeres, para los niños, para todos, algo como un poder oculto, poderoso, tremendo; algo como una espantable deidad maligna que ha hecho caer sobre la Mancha la más grande de todas las desdichas, puesto que ha decidido con sus fallos inapelables y enormes que Miguel de Cervantes Saavedera no ha nacido en Alcázar...»

«—Señor Azorín, puede usted creerme; estos ojos que usted ve, han visto el propio escudo de la familia de Miguel. (...)

—¡Sí, sí; yo lo he visto! En el escudo figuraban dos ciervas; la divisa decía de este modo:

Dos ciervas en campo verde;

la una pace; la otra duerme;

la que pace, paz augura;

la que duerme, la asegura.

Capítulo XV. La exaltación española

«¿Habrá otro pueblo, aparte de este, más castizo, más manchego, más típico, donde íntimamente se comprenda y se sienta la alucinación de estas campiñas rasas, el vivir doloroso y resignado de estos buenos labriegos, la monotonía y la desesperación de las horas que pasan y pasan lentas, eternas, en un ambiente de tristeza, de soledad y de inacción?»

«Decidme, ¿no comprendéis en estas tierras los ensueños, los desvaríos, las imaginaciones desatadas del grande loco? La fantasía se echa a volar frenética por estos llanos; surgen en los cerebros visiones, quimeras, fantasías torturadoras y locas.»

«El tiempo transcurre lento en este marasmo; las inteligencias dormitan. Y un día, de pronto, una vieja habla de apariciones, un chusco simula unos incendios, y todas las fantasías, hasta allí en reposo, vibran enloquecidas y se lanzan hacia el ensueño. ¿No es esta la patria del gran ensoñador don Alonso Quijano? ¿No está en este pueblo compendiada la historia eterna de la tierra española? ¿No es esto la fantasía loca, irrazonada e impetuosa que rompe de pronto la inacción para caer otra vez estérilmente en el marasmo?»

«Y esta es —y con esto termino— la exaltación loca y baldía que Cervantes condenó en el Quijote; no aquel amor al ideal, no aquella ilusión, no aquella ingenuidad no aquella audacia, no aquella confianza en nosotros mismo, no aquella vena soñadora, que tanto admira el pueblo inglés en nuestro Hidalgo, que tan indispensables son para la realización de todas las grandes y generosas empresas humanas, y sin las cuales los pueblos y los individuos fatalmente van a la decadencia...»

Sobre el autor

(Wikipedia)


José Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Monóvar, 8 de junio de 1873-Madrid, 2 de marzo de 1967), fue un escritor español perteneciente a la generación del 98, que cultivó diversos géneros literarios: la novela, el ensayo, la crónica periodística y la crítica literaria y, en menor medida, el teatro. Como político, ocupó en cinco ocasiones escaño de diputado a Cortes durante la Restauración.

viernes, 4 de noviembre de 2022

Curso sobre el Quijote (Vladimir Nabokov, 1983)

 


Vladimir Nabokov realiza un estupendo análisis del Quijote (El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de1605 y la Segunda parte del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha de 1615 del español Miguel de Cervantes Saavedra). 

Este libro reúne las notas que preparó Nabokov que le sirvieron para dictar clases sobre el Quijote en la Universidad de Harvard donde ejerció como profesor visitante en el semestre de primavera del año académico 1951 - 1952. 

Según la opinión de Harry Levin, profesor principal del segundo semestre dedicado a la Novela, el Quijote era el punto de partida lógico para hablar de evolución de la novela. Nabokov estaba de acuerdo con él y empezó a preparar sus lecciones.

Nabokov estructuró sus lecciones en cinco capítulos: 1) Dos retratos: Don Quijote y Sancho Panza; 2) Cuestiones de estructura; 3) Engaño y crueldad; 4) El tema del cronista, Dulcinea y la muerte; 5) Victorias y Derrotas. 

He aquì algunas citas del autor:

Sobre 1) Dos retratos: Don Quijote y Sancho Panza:

Dice Nabokov: «Estoy pensando sobre todo en la primera parte de la obra, pues en la segunda se observan algunos cambios extraños en el carácter de don Quijote: Junto a lapsos de lucidez conoce lapsos de miedo. Asì que subrayarìamos de nuevo el dato de su coraje aboluto olvidàndonos, por asì decirlo, de cierta escena de la segunda parte donde tiembla de miedo porque su cuarto se llena de gatos. Pero en conjunto es, entre los caballeros andantes, el màs valiente y el màs enamorado de cuantos hubo en el mundo. No tiene malicia; es confiado como un niño. Hasta el punto de que su puerilidad destaca a veces quizà màs de lo que prentendìa destacarla su creador. Cuando un cierto giro de la novela, en el capìtulo 25 de la primera parte, se le ocurre hacer "locuras" como penitencia -"locuras" premeditadas a sumar sobre su locura normal, digamos"-, demuestra una imaginaciòn de escolar bastante limitada en materia de barrabasadas»,

Sobre Sancho Panza, dice Nabokov: «el sutil e inspirado crìtico español Salvador de Madariaga ve en Sancho una especie de transposición de don Quijote en otra clave. Es cierto que ya al final de la obra los dos parecen intercambiarse sueños y destinos, pues es Sancho el que vuelve a su aldea en èxtasis de aventuras, con la cabeza llena de esplendores, y es don Quijote el que le dice secamente: "Dèjate desas sandeces". De modo que podrìamos decir que Sancho, vigoroso y viril por temperamento, presto a la ira y atemperado por la experiencia, rehuye los combates desiguales e inùtiles no porque sea un pusilànime, sino porque es un guerrero màs cauto que don Quijote».

Sobre 2) Cuestiones de estructura:

Dice Nabokov: «Pero antes unas consideraciones generales. Se ha dicho del Quijote que es la mejor novela de todos los tiempos. Eso es una tonterìa, por supuesto. La realidad es que no es ni siquiera una de las mejores del mundo, pero su protagonista, cuya personalidad es una invención genial de Cervantes, se cierne de tal modo sobre el horizonte de la literatura, coloso flaco sobre un jamelgo enteco, que el libro vive y vivirá gracias a la auténtica vitalidad que Cervantes ha insuflado en el personaje central de una historia muy deshilvanada y chapucera, que solo se tiene en pie porque la maravillosa intuición artìstica de su creador hace entrar en acción a don Quijote en los momentos oportunos del relato.»

Sobre 3) Engaño y crueldad:

Dice Nabokov: «Las dos partes del Quijote componen una auténtica enciclopedia de la crueldad. Desde ese punto de vista, es uno de los libros más amargos y bárbaros de todos los tiempos. Y su crueldad es artìsitica.»

Sobre: 4) El tema del cronista, Dulcinea y la muerte:

Dice Nabokov: «Como ustedes recordarán, antes enumeré diez puntos o aspectos en relación con la estructura del libro que nos ocupa. Algunos, como el uso que hace Cervantes de citas de romances y de dichos populares, o sus juegos de palabras, solo fue posible mencionarlos de pasada porque no podemos palpar el texto original a través de los estratos superpuestos de una traducción, por buena que sea. Nos detuvimos un par de minutos en otros puntos, como el arte excelente de los diálogos de la obra y el convecionalismo pseudopoético de sus descripciones de la naturaleza. Señalé el hecho de que, en la evolución de la literatura, la personalidad del entorno sensual ha ido muy a la zaga de la personalidad del habla humana.»

«Ahora va a ocurrir una cosa muy curiosa. Mientras Cervantes anda inventando encantadores que supuestamente han escrito su libro, y mientras dentro del libro don Quijote anda peleándose con encantadores salidos de los libros de caballerías, Cervantes -el autor real- se da de manos a boca con un encantador en el nivela de la llamada "vida real". Y va a servirse de esa circunstancia como instrumento particular para divertir al lector»

Sobre: 5) Victorias y Derrotas:

Dice Nabokov: «de los cuarenta episodiso en los que don Quijote hace de caballero andante, que esos episodios revelan ciertos elementos de estructura artística admirables, un cierto equilibrio y una cierta unidad; impresiones que no serían posibles si todos sus encuentros hubieran acabado en derrota para él. En sus cuarenta encuentros, don Quijote tiene que habérselas con muy diversos seres y artilurgios.»

Nabokov destaca por su sensibilidad artística y su gran imaginación creativa, en ese sentido, en este capítulo presenta a las batallas de don Quijote como un largo juego de tenis (!), con sus victorias y derrotas sumando puntos para ganar o perder sets. ¿Podrà don Quijote ganar el partido a sus enemigos?

Asimismo el libro contiene narración y comentario que realizó Nabokov del Quijote (ambas partes, la de 1605 y 1615, que sirve como un recordatorio de todas las aventuras). Además se añaden dos apéndices sobre pasajes de Novelas de caballerías (se tratan de Le Morte d'Arthur de sir Thomas Malory y Amadís de Gaula de Vasco Lobeira) que Nabokov tenía a la mano para complementar sus lecciones. 

Finalmente el libro contiene imágenes de los manuscritos de Nabokov y una sección de notas explicativas.

Recomendable para quien disfrute de conocer más sobre Don Quijote.

Sobre el autor:
(Wikipedia)



Vladímir Vladímirovich Nabókov (Влади́мир Влади́мирович Набóков en ruso; San Petersburgo, Rusia; 22 de abril de 1899n. 1​-Montreux, Suiza; 2 de julio de 1977), conocido como Vladímir Nabókov, fue un escritor, traductor, entomólogo (lepidopterólogo) y profesor ruso, nacionalizado estadounidense y suizo.

Escribió sus primeros escritos en ruso, pero se hizo internacionalmente reconocido como un maestro de la novela por su obra escrita en inglés, especialmente por su novela Lolita (1955), un retrato de la sociedad estadounidense a través de la metáfora del viaje, en cuya trama un hombre de mediana edad se enamora y sostiene una relación con una niña de doce años. Además de novelas, escribió cuentos y poemas y fue conocido por sus significativas contribuciones al estudio de los lepidópteros y por su creación de problemas de ajedrez.

lunes, 24 de octubre de 2022

Aproximación al Quijote (Martín de Riquer, 1969)



Martín de Riquer afirma y demuestra con múltiples citas del "Quijote" el carácter paródico de la obra de Cervantes. Efectivamente, dice Riquer, Cervantes a lo largo del "Quijote" lo que hace es parodiar a la literatura de caballerías.
El autor abordará el "Quijote" en tres etapas, cada una correspondiente a las salidas que hizo Don Quijote, dos en el primer libro de 1605 y una tercera en el de 1615.
Martín de Riquer escribe antes unas páginas sobre la biografía de Miguel de Cervantes, en la cual se evidencia una vida llena de aventuras y desventuras, fue soldado y participó en la batalla de Lepanto, fue herido en el pecho y en la mano izquierda por arcabuces enemigos, de allí su apodo "El manco de Lepanto", fue tomado prisionero por los turcos, intento varias veces escapar sin éxito a lo cual fue puesto en lugares más inaccesibles, fue protegido luego por el Conde de Lemos, escribió sus obras más importantes ya muy mayor. Aparte del "Quijote" podemos citar La Galatea, Novelas ejemplares, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, esta última publicada de manera póstuma.
Pero volviendo al "Quijote", Martín de Riquer, especialista en el tema, revela muchos datos que un lector común y corriente no lo notaría, por ejemplo las alusiones a las diferentes novelas de caballería que Cervantes va parodiando, por ejemplo El Amadís de Gaula, Tirante el blanco, Palmerín de Inglaterra, Sergas de Esplandian, etc.
Finalmente el autor hace un análisis del estilo del "Quijote" y la aparición del otro "Quijote" de un tal Avellaneda.

En resumen, una buena compañía para el que desea conocer más sobre la más genial novela escrita en castellano. 

Sobre el autor:
(Wikipedia)



Martín de Riquer y Morera, también Martí de Riquer i Morera, VIII conde de Casa Dávalos (Barcelona, 3 de mayo de 1914-ibidem, 17 de septiembre de 2013), fue un medievalista español, doctor en Filología Románica y especialista en literatura trovadoresca.

miércoles, 19 de octubre de 2022

Esperando a Godot (Samuel Beckett, 1952)

 


Esperando a Godot es una obra de teatro donde el diálogo entre Didi (Vladimiro) y Gogo (Estragón) es una delicia, ambos personajes me recordaron a Bouvard y Pecuchet y a Don Quijote y Sancho, mutatis mutandis. Comicidad, irreverencias, situaciones absurdas, grotescas, lugares comunes, son algunos de los ingredientes de la obra. La aparición de Pozzo y Lucky enriquece la obra poniendo en escena una relación de amo-esclavo. Didi y Gogo, permanecen cerca a un árbol esperando a Godot, y mientras esperan matan el tiempo conversando de lo que les viene en gana. Gogo suele desconectarse y perder la memoria, mientras Didi suele ser reflexivo cuestionándo su existencia. La situaciòn de ambos conmueve, pero el personaje que la pasa peor es Lucky.

Comparto algunos de los diálogos y situaciones que se da en la obra:
Gogo.- Vámonos
Didi._ No podemos
Gogo.- ¿Por qué?
Didi._ Esperamos a Godot
Gogo._ Es verdad

.............

 

VLADIMIRO.— ¡Déjame! (Sale.)

(Estragón se levanta y le sigue hasta el límite de la escena. Mímica de Estragón, semejante a la que un boxeador provoca entre los espectadores. Vladimiro vuelve, pasa ante Estragón, cruza la escena con la vista baja. Estragón se encamina hacia él, pero se detiene.)

ESTRAGÓN.— (Dulcemente.) ¿Querías hablarme? (Vladimiro no contesta. Estragón avanza un paso.) ¿Tenías algo que decirme? (Silencio. Avanza otro paso.) Habla, Didi.

VLADIMIRO.— (Sin volverse.) No tengo nada que decirte.

ESTRAGÓN.— (Avanza otro paso.) ¿Te has enojado? (Silencio. Otro paso.) Perdona. (Silencio. Otro paso. Le toca el hombro.) Vamos, Didi. (Silencio.) ¡Dame la mano! (Vladimiro se vuelve.) ¡Dame un abrazo! (Vladimiro se yergue) ¡Venga, hombre! (Vladimiro cede. Se abrazan. Estragón se echa atrás.) ¡Apestas a ajo!

VLADIMIRO.— Es para los riñones. (Silencio. Estragón mira el árbol atentamente.) ¿Qué hacemos ahora?
Recomiendo ver la puesta en escena de 1978 dispuesta en Youtube. La obra sigue al pie de la letra el texto de Beckett con unas actuaciones que me ha encantado.


Sobre el autor:
(Wikipedia)

Samuel Barclay Beckett (Foxrock, Dublín, 13 de abril de 1906-París, 22 de diciembre de 1989) fue un dramaturgo, novelista, crítico y poeta irlandés, uno de los más importantes representantes del experimentalismo literario del siglo xx, dentro del modernismo anglosajón. Fue igualmente figura clave del llamado teatro del absurdo y, como tal, uno de los escritores más influyentes de su tiempo.​ Escribió sus libros en inglés y francés, y fue asistente y discípulo del novelista James Joyce. Su obra más conocida es el drama Esperando a Godot.

Su obra es fundamentalmente sombría y tendente al minimalismo y, de acuerdo con ciertas interpretaciones, profundamente pesimista (hasta nihilista​) acerca de la condición humana. De esta forma, con el tiempo sus libros se hicieron progresivamente más crípticos y breves. Su pesimismo viene, sin embargo, atemperado por un particular sentido del humor, entre negro y sórdido.

Según su traductora al español, Antonia Rodríguez-Gago, «Beckett destruyó muchas de las convenciones en las que se sustentan la narrativa y el teatro contemporáneo; se dedicó, entre otras cosas, a desprestigiar la palabra como medio de expresión artística y creó una poética de imágenes, tanto escénica como narrativa».

domingo, 16 de octubre de 2022

Don Quijote de la Mancha (Segunda Parte) (Miguel de Cervantes Saavedra, 1615)

 

¡Oh gloriosos Don Quijote y Sancho Panza!


Don Miguel de Cervantes Saavedra dio término a las andanzas de Don Quijote y Sancho Panza en la legendaria España con un nuevo libro "Segvnda Parte del ingenioso cavallero Don Qvixote de la Mancha"

Publicado en 1615, un año después de la aparición del libro apócrifo de un tal Alonso Fernández de Avellaneda, de la villa de la Tordesillas llamado "El segundo tomo del Ingenioso hidalgo Don Qvixote de la Mancha".

Pero volvamos al libro del genio de Cervantes. En esta segunda parte, Cide Hamete Benengeli, el autor de esta famosísimo y verídica historia, introduce a muchos nuevos personajes y a uno en especial: el bachiller Sansón Carrasco, personaje clave para trocar en infortunio las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza. Un personaje al que no le perdonaré lo que hizo.

Esta segunda parte, que corresponde a la tercera salida de DQ y Sancho Panza, está llena de infinitas e inolvidables aventuras que en cada una confirmaban el valor y la bondad de Don Quijote y la simpleza y astucia de su fiel escudero Sancho Panza.

Mencionaré algunos episodios formidables como el enfrentamiento que Don Quijote tuvo con un león tras lo cual don Quijote trocó su apelativo a El caballero de los leones; dus enfrentamientos con el caballero de los espejos y el caballero de la blanca luna; su descenso a la cueva de Montesinos donde don Quijote vió increíbles cosas muy verídicas; el viaje en el alado caballo Clavileño hasta alturas inimaginables para desencantar a la dolorida princesa Trifaldi y a donde Sancho Panza llegó a ver a las siete cabrillas del firmamento; las aventuras de Sancho Panza como gobernador de la ínsula Barataria; las discreciones de don Quijote y las del mismo Sancho; los infinitos refranes de Sancho Panza, la boda de Camacho y el inesperado desenlace de Don Basilio; los consejos de Don Quijote a Sancho Panza para tener un buen gobierno; las incontables burlas que crearon la duquesa y el duque, la muerte de Altisidora y la manera mágica de devolverle a la vida así como la manera en que teníase que hacer para desencantar a Dulcinea, todo gracias al sufrimiento de las carnes de Sancho Panza y un sinfín de aventuras más.

Sin duda alguna tanto la primera como esta segunda parte forma una amalgama de lo que representa Don Quijote y Sancho, una inmarcesible fuente de inspiración para que la humanidad haga más el bien y menos el mal. 

Dejo aquí un fragmento de los consejos que dió Don Quijote a Sancho Panza para ser un buen gobernador:

"-Infinitas gracias doy al cielo, Sancho amigo, de que, antes y primero que yo haya encontrado con alguna buena dicha, te haya salido a ti a recebir y a encontrar la buena ventura. Yo, que en mi buena suerte te tenía librada la paga de tus servicios, me veo en los principios de aventajarme, y tú, antes de tiempo, contra la ley del razonable discurso, te vees premiado de tus deseos. Otros cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden; y llega otro, y sin saber cómo ni cómo no, se halla con el cargo y oficio que otros muchos pretendieron; y aquí entra y encaja bien el decir que hay buena y mala fortuna en las pretensiones. Tú, que para mí, sin duda alguna, eres un porro, sin madrugar ni trasnochar y sin hacer diligencia alguna, con solo el aliento que te ha tocado de la andante caballería, sin más ni más te vees gobernador de una ínsula, como quien no dice nada. Todo esto digo, ¡oh Sancho!, para que no atribuyas a tus merecimientos la merced recebida, sino que des gracias al cielo, que dispone suavemente las cosas, y después las darás a la grandeza que en sí encierra la profesión de la caballería andante. Dispuesto, pues, el corazón a creer lo que te he dicho, está, ¡oh hijo!, atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto deste mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.

Primeramente, ¡oh hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey, que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.
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los no de principios nobles deben acompañar la gravedad del cargo que ejercitan con una blanda suavidad que, guiada por la prudencia, los libre de la murmuración maliciosa, de quien no hay estado que se escape. Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque, viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Inumerables son aquellos que, de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran. Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen de príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale. Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes; antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada. Si trujeres a tu mujer contigo (porque no es bien que los que asisten a gobiernos de mucho tiempo estén sin las propias), enséñala, doctrínala y desbástala de su natural rudeza, porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta. Si acaso enviudares, cosa que puede suceder, y con el cargo mejorares de consorte, no la tomes tal, que te sirva de anzuelo y de caña de pescar, y del no quiero de tu capilla, porque en verdad te digo que de todo aquello que la mujer del juez recibiere ha de dar cuenta el marido en la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto en la muerte las partidas de que no se hubiere hecho cargo en la vida. Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos. Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda. Si alguna mujer hermosa veniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros. Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Al culpado que cayere debajo de tu juridición considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia. Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos. Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma;"

Dejo aquí un texto que Dostoievski le dedicó al Don Quijote de la Mancha en su Diario de un escritor:

"¡Ah, estamos hablando de un gran libro, no de esos que se escriben en nuestros días! Libros así sólo se le conceden a la humanidad cada varios siglos. Y en cada página de ese libro se encuentran observaciones sobre los aspectos más profundos de la naturaleza humana....
¡Cuán de desear sería que nuestra juventud conociera a fondo esas grandiosas producciones de la literatura universal! No sé lo que enseñan ahora en las clases de literatura, pero el conocimiento de ese libro, el más grande y más triste de cuantos ha creado el genio humano, elevaría sin duda el alma de los jóvenes merced a la grandeza de su pensamiento, despertaría en su corazón profundos interrogantes y contribuiría a apartar su espíritu de la adoración del eterno y estúpido ídolo de la mediocridad, la fatuidad autosatisfecha y la insulsa sensatez. El hombre no olvidará llevar consigo ese libro, el más triste de todos, el día del Juicio Final. Mostrará el más profundo y fatal misterio del hombre y de la humanidad, revelado por ese libro."