Dentro de las páginas de El Lobo Estepario (título en idioma orginal: Der Steppenwolf), publicado en 1927, del escritor alemán Herman Hesse encuentro a un personaje que me resulta familiar, Harry Haller, autodenominado un lobo estepario. Conocer a H.H. me conecta con otros personajes ficticios como por ejemplo el protagonista de Noches Blancas y Memorias del Subsuelo del genio ruso Fiodor Dostoievsky. Harry Haller viene a ser la extensión del narrador de Memorias del Subsuelo, hombre en conflicto interno constantemente, automarginado socialmente con el pasar del tiempo. Todo va de mal a peor incluso llegando a la resolución de coger la navaja y cortar su existencia. Y cómo casi todos los grandes giros de la vida se da por casualidad, una mujer de manera de vivir aparentemente opuesta a él se acercará a su mundo, con un objetivo que comparte en secreto, y que poco a poco despierta en H.H. algo que yacía en coma por años. Cómo irán a sucederse las cosas ahora que ya he pasado la mitad de este libro...
Y las cosas han pasado de la manera más inimaginable rayando en lo absurdo, pues a través del trio Armanda, Pablo y María, Harry Haller empieza a ver la realidad desde la otra orilla, fuera de su perspectiva y llevado mansamente según las voluntades de los nuevos personajes, encontrando dentro de sí sensaciones que creía perdidas. Lo más impresionante ha sido su entrada al misterioso Teatro Mágico donde suceden cosas terribles, el recorrido del teatro es similiar al recorrido que hace Dante en su infierno en la "Divina Comedia", y en efecto, para HH su permanencia en el teatro le resultó un infierno, su infierno interior.
Un libro muy interesante que vale la pena volver a ser leída.
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