Lectura # 127
Contratapa:
Una apasionante crónica compuesta por la compilación de los correos electrónicos que Natalia Aguirre Zimerman, ginecóloga colombiana enviada por Médicos Sin Fronteras a Afganistán desde septiembre de 2002 a julio de 2003, escribió a sus parientes y amigos durante su estancia de casi 300 días en ese país. Gracias a estas páginas, escritas con una prosa espontánea pero con la dosis adecuada de humor negro y la única intención de comunicarnos sus observaciones personales, la autora consigue acercarnos a una visión de Afganistán muy distinta a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación. Un testimonio de primera mano de cómo viven los afganos su día a día, de sus costumbres, de sus modos de pensar..., pero del que no está exento el conflicto de un pueblo que lleva décadas soportando guerras e invasiones. La joven médica nos ayuda a entender Oriente de otra manera, desmitificando el rol de la mujer sumisa y reprimida por una sociedad machista, y nos refiere sus vivencias, las arduas condiciones en las que tuvo que trabajar y las dificultades de una sociedad. La crónica va acompañada de algunas fotografías que la propia autora tomó durante su estancia en Afganistán.
Comentario:
Después de haber leído 300 días en Afganistán puedo decir que tengo una visión más amplia de aquél lejano país de Oriente Medio.
Desde las primeras páginas del libro, cuando la autora hace la descripción de la pista de aterrizaje uno se va dando cuenta que acaba de ingresar a otro mundo. Afganistán es un país tan golpeado por tanto tiempo que su gente ha perdido la capacidad de confiar en los demás, solo confía en su familia.
Hay tantas experiencias que Natalia (Natiján) nos narra que uno no deja de cerrar la boca del asombro de conocer la cultura afgana y su lamentable situación socioeconómica.
La autora hizo lazos de amistad con las mujeres afganas, las cuales son muy importantes en la sociedad. Son ellas las que deciden el futuro matrimonio de sus hijos. Algo revelador en su cultura es que se ponen tristes cuando nace una niña y felices cuando nace un varón. Las mujeres allá no tienen los mismos derechos que los hombres.
La autora hizo lazos de amistad con las mujeres afganas, las cuales son muy importantes en la sociedad. Son ellas las que deciden el futuro matrimonio de sus hijos. Algo revelador en su cultura es que se ponen tristes cuando nace una niña y felices cuando nace un varón. Las mujeres allá no tienen los mismos derechos que los hombres.
Desde el enfoque de la Salud Pública es preocupante saber que:
- La tasa de mortalidad materna es de las más altas del mundo, así como la tasa de mortalidad neonatal.
- La esperanza de vida de las mujeres llega apenas a los 45 años.
- La esperanza de vida de las mujeres llega apenas a los 45 años.
- No existen hábitos de higiene adecuados en la población.
- Carencia de un sistema de agua potable y alcantarillado adecuado.
- El sistema de salud es muy deficiente y si no fuera por las diferentes ONG que se encuentran en Afganistán todo sería mucho peor.
Y siempre sometidos a las continuas guerras, invasiones, parte de su territorio se encuentra minado por lo que muchos niños y adultos han perdido parte de sus extremidades debido a explosiones.
Loable labor de la ONG Médicos Sin Fronteras - Francia, organización que formó parte la autora del libro.
Dura realidad de aquél lejano país que hace pensar que los problemas de aquí son insignificantes si se los compara con los de Afganistán.
Loable labor de la ONG Médicos Sin Fronteras - Francia, organización que formó parte la autora del libro.
Dura realidad de aquél lejano país que hace pensar que los problemas de aquí son insignificantes si se los compara con los de Afganistán.
Y nosotros los peruanos no quejamos de la vida q llevamos, somos libres de elegir, tenemos los mismos derechos, gracias a la escritora q nos hace conocer la dura realidad q existe en Afganistan
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