domingo, 24 de enero de 2021

La mujer de otro y el marido debajo de la cama (Dostoievski, 1848)

 “El celoso no lo es por un motivo: 

Lo es porque lo es. 

Los celos son un monstruo engendrado 

y nacido de sí mismo.” 

Fragmento de Otelo (Shakespeare) 


“El verdadero momento en que una mujer deja de querer a su marido, no es cuando se decide a engañarlo, sino cuando él se entera del engaño, porque destruye el encanto de engañarle”. 

Jacinto Benavente




En La mujer de otro y el marido debajo de la cama (1848), Dostoievski demuestra sus habilidades de un escritor de sátira, de un humor gogoliano, si vale el término, en el que ridiculiza hasta el absurdo a un arquetipo de personaje: el celoso.

Un hombre mayor, pero aún no anciano, vive sospechando que su esposa le está siendo infiel en todo momento, lugar y con quien quiera que sea y por ello vive atormentado, angustiado, desesperado en encontrar una pista, una prueba, un hallazgo que corrobore sus sospechas. Y aunque es realmente cierto, la esposa se las apaña para no ser descubierta. 

El marido, va espiando por aquí o por allá, se esconde, vigila, pregunta a desconocidos por su esposa de forma indirecta. 

Estoy convencido de que se escabulle de su casa sin que nadie se percate…Confieso que fue la cocinera quien me dijo que venía aquí. Y yo enloquecido, salí corriendo hacia este lugar en cuanto tuve la noticia. Quiero pillarla. Llevo tiempo sospechando…(Dostoievski)

Dostoievski narra un episodio ridículo como cómico de cómo este personaje celoso se metió en un tremendo lío a consecuencia de sus maquinaciones terminando debajo de la cama de una mujer ajena! 

En las páginas se narrará la situación embarazosa en el que se ve envuelto este caballero san perterbusgués. 

“Pero ¡han de reconocer que los celos son una pasión imperdonable y, por si fuera poco, también una desgracia…! (Dostoievski)

Asimismo, es de notar que Dostoievski pone énfasis en la conducta desesperada de un hombre afligido por los celos para hacer una comedia de ella y al mismo tiempo deja un fresco muy claro de la conducta de la sociedad petersburguesa del siglo XIX, conformada por matrimonios traicionados, amantes, engaños y citas extramaritales. 

El pasaje del teatro me hizo recordar a la novela Naná de Emile Zolá. Un teatro copado en todos los palcos con un público vestido de forma elegante disfrutando de la obra puesta en escena y protegidos de la poca luz para llevar a cabo sus relaciones sociales con discreción. 

Datos interesantes: 

En el cuento, se hace mención del autor francés Paul de Kock y también a la novela Rinaldo Rinaldini del alemán Christian August Vulpius. 

¿Cómo es posible que en plena noche, en una capital, se encuentre un hombre debajo de la cama? ¡Es gracioso y extraño! De alguna manera se parecer a lo de Rinaldi Rinaldini. Pero eso es nada, Su Excelencia. (Dostoievski)

Revisando en Wikipedia hallé la trama de Rinaldi Rinaldini (1824): https://de.wikipedia.org/wiki/Rinaldo_Rinaldini

Rinaldo vive en el Reino de Nápoles en el siglo XVIII. Es el bandido de todos los bandidos, atrevido, intrépido y audaz, el horror de los Apeninos, pero al mismo tiempo inusualmente pasivo: 

“Solo se vuelve activo cuando tiene que abrirse camino a través de un montón de enemigos que lo rodean con coraje y fuerza. Pero también deja este asunto a sus misteriosos amigos y protectores cuanto más tiempo” 

De lo que se desprende que el personaje que crea Dostoievski no tiene punto de comparación con Rinaldini y su sola mención enfatiza el carácter ridículo de este personaje.


Escritor prolífico, publicó cerca de 400 volúmenes de narrativa y representó más de doscientas piezas teatrales, no desprovistas de genio ni sentido del humor, de lo que ya se dio cuenta Chateaubriand al decir de él en casa de la señora Récamier que: «Paul de Kock es un consuelo; jamás ha presentado la humanidad bajo el punto de vista que entristece; con él uno ríe y espera» 

Claramente Dostoievski no valora positivamente la obra del autor francés:

Mire que llegar a la conclusión de Paul de Kock es poco profundo, cuando es su literatura la que es mala…! (Dostoievski)

…se trata de una joven y pícara dama (siempre tiene a Paul de Kock bajo la almohada) (Dostoievski) 

También se menciona al personaje Don Juan y al escritor Samuel Richardson (en atención a su novela Clarisa) 

Que yo no podría ser su amante, que un amante puede ser un Richardson o un don Juan…me estoy enredando (Dostoievski)

Asimismo, la obra fue adaptada al cine en 1984 en Rusia. Pueden ver la película directamente desde aquí :


domingo, 17 de enero de 2021

El árbol de las cerezas (Paola Peretti, 2018)

"…repito que he perdido solamente 
la vana superficie de las cosas…”
Fragmento del poema un ciego (Borges) 


“…estos ojos, aunque limpios
para ver el exterior, por mancha o impureza
privados de luz, se han olvidado de ver,
y en sus globos perezosos no hay visión…” 
Fragmento del soneto 22 (John Milton) 


“…Mirando las tinieblas que ven los ciegos…” 
Fragmento del soneto 27 (Shakespeare) 




Los antiguos griegos pensaban que la visión es posible a causa de un fuego divino del interior del ojo: la lente era una especie de transmisor que proyectaba energía al mundo (Francis G, Aventuras por el ser humano p. 59); la visión posiblemente sea el sentido humano más preciado. Gracias a ella podemos apreciar la belleza del mundo, de todo lo que nos rodea, pero no todas las personas tienen la capacidad de conservar la visión. 

Sobre la ceguera se ha escrito mucho, y un ilustre representante es el argentino Jorge Luis Borges, quien desde su experiencia personal consideraba la ceguera como un don. (Borges, Siete noches, 1980). 

En El árbol de las cerezas, Paola Peretti narra el proceso degenerativo de la visión de una niña de nueve años que sufre de una enfermedad ocular llamada la enfermedad de Stargardt. 

Esta enfermedad consiste en una degeneración precoz de la retina de causa genética. La mácula, la parte de la retina responsable de la visión central (la visión que utilizamos al leer, mirar la televisión o reconocer caras), se ve afectada primariamente por esta enfermedad (http://www.institutmacula.com/patologia/enfermedad-de-stargardt/

En la novela, el personaje de Mafalda es la protagonista y la narradora de la historia. Tiene nueve años, vive con sus padres, tiene un gato a quien llama Óptimo Turcaret, va a la escuela y tiene amigos. Es una niña feliz, pero tiene un problema. Le acaban de diagnosticar la enfermedad de Stargardt y por tanto irá perdiendo progresivamente la vista hasta que ya no pueda volver a ver, los médicos le pronostican seis meses. 

̶ La rapidez con la que ha avanzado la enfermedad no nos deja muchas esperanzas. Siendo optimistas… 
̶¿Cuánto? -pregunta papá en voz aún más baja, algo que nunca hace. 
̶ Siendo optimistas, seis meses. (Peretti) 


Mafalda tiene una conexión muy fuerte con el árbol de las cerezas porque le recuerda a su difunta abuela. 

“Mi abuela decía que en el tronco de los árboles siempre vive un gigante, que es el espíritu del árbol, y se va a otro cuando le cortan el tronco. En el jardín de la abuela también había un cerezo: cuando era muy pequeña yo trepaba hasta la copa y ayudaba a a la abuela a coger las cerezas maduras. Ni siquiera necesitaba las gafas. 

"Con las cerezas del árbol de la abuela hacíamos una tarta, y también mermelada, y la guardábamos para el invierno. Pero después hubo que talarlo porque estaba enfermo, tenía piojos, pero yo creo que habría bastado con que le cortáramos las hojas. A nosotros, cuando cogemos piojos en el colegio, solo nos cortan el pelo, no nos matan. 

Cuando talaron el tronco decidí que el gigante se había ido a vivir al cerezo del colegio y que se había llevado consigo el espíritu de la abuela". (Peretti) 

Mafalda ideará una manera de medir la progresión de su enfermedad contando cuántos pasos hay entre el árbol de cerezas del colegio y el punto en donde ella puede verlo con cierta nitidez. Y en su primer intento ella logra contar ciento cuarenta pasos, es decir setenta metros. 

Este dato numérico se utiliza para estructurar los capítulos de la novela (setenta metros, sesenta metros, cincuenta metros, cuarenta metros, treinta metros) y cómo Mafalda va experimentando sus limitaciones. Es una situación muy difícil de llevar y sobre todo en una niña que apenas va conociendo el mundo. 

La descripción de la perdida de la visión es sorprendentemente detallada: 

“Sin las gafas lo veo todo como si hubiera niebla, como cuando me ducho con agua muy caliente. Mi niebla se llama niebla de Stargardt” (Peretti) 

“Los que tienen esta niebla empiezan a ver manchas negras delante de las cosas y de la gente, y esas manchas se van haciendo más y más grandes, hasta volverse gigantes, y por eso aquellos a los que les pasa tienen que acercarse cada vez más a las cosas para verlas mejor” (Peretti) 

“Mamá quería que aprendiera a tocar un instrumento, pero yo nunca quise, sobre todo desde que tengo la niebla en los ojos porque no consigo leer las notas: para mí son hormigas inmóviles sobre una raya negra” (Peretti) 

Pero Mafalda no estará sola en esta experiencia, tendrá el apoyo de sus padres pero sobre todo de la bedel (persona que se encarga de cuidar del orden fuera de las aulas) Estella y su amigo de aula Filippo. Ambos serán sus pilares fundamentales para sobrellevar la enfermedad y le ayudarán en el proceso de su autoconocimiento. Valores como la amistad, la valentía, el coraje y el optimismo es lo resaltante de la novela. 

Mafalda tiene un secreto: quiere vivir en la copa del árbol de las cerezas y sentir el espíritu de su abuela. El deseo surge a raíz de la lectura de su libro favorito El barón rampante (Ítalo Calvino) cuyo personaje llamado Cosimo, es un niño que se marcha a vivir a los árboles como protesta de malos tratos. 

“Mi personaje favorito es Cosimo: me encanta que se vaya a vivir a los árboles, y que no vuelva a bajar porque quiere ser libre.” (Peretti) 

El árbol de las cerezas es una historia conmovedora donde la dulzura y la inocencia del personaje Mafalda enternece. Una novela que enseña a buscar lo esencial en nuestras vidas (que no es lo material, sino los vínculos afectivos) y que el miedo que uno pueda tener, en este caso, el miedo de quedarse ciega y quedar en la oscuridad, puede servir para transformarlo en ese impulso que nos aferre a la vida con más fuerza. 

    La ceguera no ha sido para mí una desdicha total, no se la debe ver de un modo patético. Debe verse     como un modo de vida: es uno de los estilos de vida de los hombres. Ser ciego tiene sus ventajas. Yo     le debo a la sombra algunos dones: le debo el anglosajón, mi escaso conocimiento del islendés, el     goce de tantas líneas, de tantos versos, de tantos poemas, y de haber escrito otro libro, titulado con     cierta falsedad, con cierta jactancia, Elogio de la sombra. (Borges, Siete noches: La ceguera, 1980) 


Sobre la autora: en este enlace https://barcelonamaculafound.org/es/paola-peretti-stargardt/ hay una reveladora entrevista a la autora. 



Paola Peretti sufre la enfermedad de Stargardt y ha hecho su debut literario con “el árbol de las cerezas”, donde se inspira en su propia enfermedad para escribir una novela llena de sensibilidad, ternura y coraje. 

“Con la enfermedad de Stargardt me hice fuerte, como quien decide no rendirse. Hemos de ser felices hoy, sin pensar mucho en el mañana”

domingo, 10 de enero de 2021

Un lugar llamado Oreja de Perro (Iván Thays, 2008)


Aunque el nombre suene inverosímil, Oreja de Perro sí existe. Es un poblado ubicado en la sierra del Perú, en la región de Ayacucho. “El distrito de Chungui, al extremo este de la provincia de La Mar en Ayacucho, colinda con los departamentos de Apurímac y Cusco; en él, podemos identificar dos zonas que se diferenciaron por sus distintas dinámicas históricas. Por ello, distinguimos dentro del espacio dos zonas: Chungui al oeste, Oreja de Perro, al este” (Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, Tomo V). 




Oreja de Perro, como muchos lugares de la sierra peruana en la década de 1980, fue escenario de la actividad terrorista del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL) y su enfrentamiento con el Ejército Peruano (EP), Policía Nacional, Guardia Republicana, Los Sinchis, Ronderos y campesinos; como consecuencia de ello, muchas personas perdieron la vida. 

En el 2008, la editorial Anagrama publicó la novela Un lugar llamado Oreja de Perro, finalista del Premio Herralde de Novela. Cuenta con 224 hojas en su versión física. El narrador está en primera persona y utiliza la técnica del diálogo libre (sin guiones, sin comillas). 

La novela Oreja de Perro, se contextualiza en el año 2006, años después de aquella época sangrienta. 

El protagonista de la historia, quien también es el narrador en primera persona, es un periodista que tuvo un programa de entrevistas en la televisión pero que ahora se dedica a la prensa, es elegido para hacer un reportaje en el remoto lugar ayacuchano Oreja de Perro. 

“…mientras espero el bus que me llevará hasta Oreja de Perro. La zona más deprimida del país, sembrada de fosas comunes, de intrincado acceso…la más golpeada por el terrorismo, la más miserable, fría, yerta…” (Thays) 

El protagonista llega a este lugar desolador, y lo primero que nota es el silencio “Lo peor de Oreja de Perro es el silencio. Un silencio cargado de moscas” (Thays). El silencio de la muerte, el silencio del dolor, de la soledad, del abandono, de la resignación, de la pobreza… 

Es un lugar de difícil acceso y cuya altitud produce “mal de altura” o “soroche” en el protagonista “Náuseas. Náuseas todo el tiempo”. (Thays) 

La zona cobró protagonismo debido a su mención en el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación “la zona abunda de fosas clandestinas. Y que los Ronderos del pueblo son los únicos que lograron vencer al terrorismo sin ayuda de la policía” (Thays). Sin embargo, “Nunca ha llegado una autoridad hasta acá… Ahora el presidente Toledo ha escogido la zona para iniciar un programa de reparto de dinero para campesinos (Thays) 

“Cuando se hicieron públicos los informes preliminares de la Comisión pude leer que, en realidad, se culpaba a los terroristas de Sendero Luminoso y MRTA del mayor porcentaje de crímenes. Acusaban a los terroristas de una cifra alta de crímenes, una cifra inaudita para quienes estábamos convencidos de que la responsabilidad iba a ser, por lo menos compartida al cincuenta por ciento con el ejército”. (Thays) 

El narrador, quien no sabemos de su nombre, es un personaje meditabundo, pesimista, que piensa mucho, introvertido, que le gusta la literatura, las películas y está obsesionado con las transmisiones de los testimonios de las víctimas del terrorismo en el marco de la Comisión de la Verdad y Reconciliación: 

“En las declaraciones a los diarios resultaba obvio que, al presidente de la Comisión, un filósofo y rector universitario, le preocupaba el tema de la Verdad. A mi el tema que me atraía era el del Mal. Es decir: ¿es esto el ser humano? (Thays) 

“Uno decía: “Fui voltear cadáveres a Infiernillo, había miles de cadáveres ahí, de todo tipo, de toda clase, había campesinos con su poncho, había gente con pantalones, señoritas de toda clase, volteando, volteando, pero nunca la encontré a mi mama” (Thays) 

Además, vive un momento personal muy difícil. No hace mucho tiempo perdió a su hijo Paulo de cuatro años, murió de una trombosis mientras dormía y al parecer su esposa Mónica ha tomado la decisión de separarse de él en el momento en que él le comunicó que va a viajar por tres días a hacer un reportaje en Oreja de Perro. Mónica le dejó una extensa carta de veinte páginas sobre su equipaje y le dijo que se iría por un mes a San Jerónimo a visitar a su familia. 

Con ese peso de sufrimiento llega a Oreja de Perro. Pero no llega solo, lo acompaña el fotógrafo Scamarone, un tipo muy distinto del protagonista “Es soltero, es alcohólico, no es claustrofóbico, se considera un cínico” (Thays) “Sufre de incontinencia verbal, pero finge ignorarlo. Tiene de sí mismo una imagen de lacónico, observador, sagaz, como si fuese un fotógrafo lince en constante estado de alerta” (Thays). Es el personaje que cuando hace su aparición, aunque por breves momentos, le cambia el tono a la narración, de melancólica a sarcástica. 

“Se nota que eres virgen en política, compadre, no sé por qué te mandan a estas comisiones. Es fácil la vaina: en cinco años hasta el más basura se convierte en santo, dice. El cholo se lanza para presidente en el 2010. ¿Y sabes quién le hará la pelea? Fujimori, claro. Todo empieza de cero” (Thays) 

También hay sátira contra Toledo: “Ahorita escuchamos las hélices del helicóptero de nuestro Cholo Sano y Sagrado, más borracho que el ingeniero y yo juntos. Y con etiqueta azul. (Thays)

Para el narrador, aquel viaje a ese lugar completamente distinto de su ciudad (Lima) será una manera de encontrarse con sus pensamientos, reflexiones y problemas personales y explorar qué resolución puede tomar. El doloroso recuerdo de su hijo siempre está presente, la carta que tiene que responder a Mónica es algo que lo tiene pendiente, pero también debe cumplir con su labor y la compañía de Scamarone de alguna manera le mantiene en balance con la realidad exterior. 

En la novela siempre hay una tensión que te impulsa a seguir avanzando página a página, el ritmo también es bueno, poco a poco uno va profundizando en la historia de cada personaje y vemos esas heridas internas. 

Por ejemplo el caso de Mónica, su padre y el auto Mercedes Benz rojo. El tema de la pérdida está presente, y el auto como símbolo del recuerdo y vinculación de lo perdido. “No quería que nadie lo mencionara, ni su hija. Para ella estaba muerto. Pero no estaba muerto. Su auto estaba ahí. El Mercedes Benz rojo.” (Thays) 

La aparición de los personajes Jazmín y Maru en la historia le da un toque erótico a la novela, pero también la representación de dos estereotipos muy distintos de mujeres peruanas. Jazmín, es de la sierra con una historia muy triste, su madre fue secuestrada por la policía para violarla, ella misma está embarazada aparentemente producto de una violación por un militar, es una víctima de la barbaridad, mientras que Maru es una antropóloga limeña, profesional y rubia, ajena al sufrimiento de aquel lejano pueblo quien va a Oreja de Perro a hacer su trabajo. 

Jazmín es solitaria, quien estando embarazada es capaz de entregarse a un desconocido y hacerlo sin protección. Es ingenua, pero también escéptica del gobierno de turno ante la noticia de que Toledo está inaugurando en Huamanga un colegio o una obra de sanitad: “Un colegio que en un mes se caerá hecho mierda. Un centro de asistencia que dejará morir podridos a los campesinos que hace cola por días enteros para obtener una cita”. (Thays) 

Curiosamente, es con Jazmín con quien el protagonista tendrá una mayor cercanía, producto de esa empatía con su sufrimiento, con la pérdida y la nostalgia; no obstante, el narrador muestra sus prejuicios y su desprecio en silencio a Jazmín por su condición andina, marcando un abismo cultural entre ambos. “Tiene los dientes parecidos a los de mi ex empleada. Es chola. Está en otro mundo, obvio, un mundo completamente distinto al mío”. (Thays) Además, físicamente resalta a Maru sobre Jazmín “Proyectado contra esa luz, el perfil de Maru se ve hermoso mientras abre y cierra los labios” (Thays) y más adelante “El perfil de Jazmín se recortaba sobre lo negro…Es un feo perfil, distinto al de Maru…Un perfil que no puedo admirar” (Thays). No obstante, es capaz de dormir con ella. 

La novela, es una historia triste, nos recuerda una historia trágica del país. Explora la psicología ante la pérdida de un ser querido, cómo afecta, cómo lo abordas y cómo eso repercute en tu día a día, en tu ser. También lo onírico está presente en la historia, los sueños como manifestación del sufrimiento. “Mónica, Paulo, yo, ahora equidistantes, ausentes uno del otro, proyectándonos sobre nuestras historias individuales pero incapaces de estar juntos como una familia” (Thays). 

Otras notas: 

Rescato también los títulos de libros y/o autores que el protagonista ha mencionado (algunos títulos los he deducido en relación al autor citado), son varios y será una buena oportunidad para leerlos. 

- Una cuestión personal (Kenzaburo Oé) 

- Ferdydurke (Witold Gombrowitz) 

- El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (Oliver Sacks) 

- Cosecha roja (Dashiell Hammett) 

- Diderot 

- Graham Greene 

- Leonardo Sciascia 

- John Le Carré 

- Manuel Gonzáles Prada 

Otro dato: 

En la novela se mencionan las palabras quechuas “llaqta maqta” pero que no se llega a explicar su significado: 

“Voy a despertar a unos compadres que tengo, que seguro están borrachos a esta hora porque esos chupan duro, pero yo igual los encuentro para que escuchen lo que son nuestro llaqta maqta”. (Thays) 

“¿Qué es llaqta maqta?, le pregunto. 

Después te explico, me dice e intenta ponerse de pie.” (Thays) 

Por lo que aquí dejo una explicación al respecto. 

“El Llaqta Maqta es una costumbre tradicional del distrito de Chungui, en la provincia de La Mar, Ayacucho. Actualmente es básicamente un sub-género del huayno que se canta en ciertas ocasiones acompañado con mandolinas, donde los varones tocan la mandolina y las mujeres cantan las canciones que tienen una especial tonalidad y se refieren a diversos temas, especialmente amorosos, la vivencia de los pobladores, los sufrimientos del pueblo, etc. 

Etimológicamente la palabra Llaqta Maqta proviene de dos vocablos quechuas, “llaqta” que significa “pueblo” y “maqta” que significa “joven” o “mozo”, por lo que se traduce como “joven del pueblo”. Según la tradición oral, el término llaqta maqta tiene su origen en las expresiones de personas mayores o jóvenes muchachas, que al escuchar la bulla que producía la música con la que los jóvenes se divertían por las noches en las estancias o en actividades como la elaboración del chuño, solían decir “Llaqta maqtakunan hamurusqaña” (Ya llegaron los jóvenes del pueblo), por lo que fue quedando con ese nombre.” (https://chungui.info/blog/2016/03/30/llaqta-maqta/)

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