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“Si yo no estuviera maleado por mi formación de médico, afirmaría que normalmente el ser humano solo puede trabajar después de una inyección de morfina”
Luego de leer la novela El maestro y Margarita, quedé completamente fascinado con la pluma y fantasía de Bulgákov. Si desean leer la reseña que hice de El maestro y Margarita pueden hacer click aquí.
Como muchos escritores, Mikhail Bulgákov tenía una profesión, era médico. Durante la primera guerra mundial sirvió como médico voluntario en la Cruz Roja. Lamentablemente sufrió heridas muy graves que solo gracias a la administración del medicamento morfina pudo soportarlo. La morfina es una sustancia altamente adictiva, y Mikhail cayó presa de la adicción. Felizmente pudo escapar de la adicción y en 1921 escribiría su novela “Morfina” publicándose recién en 1927 en la revista Meditsinkii Rabotnik.
Morfina, es una novela corta de carácter semiautobiográfico en el cual se narra, con la claridad de alguien que ha sufrido toda la experiencia, el proceso de degradación física y mental de una persona que cae bajo el yugo de la adicción a la morfina.
El relato inicia narrado en primera persona por el Dr. Bomgard, quien habiendo terminado sus prácticas de medicina se siente algo más libre por cuanto ahora solo es una pieza de un gran engranaje del sistema sanitario. El relato de pronto es interrumpido por la llegada de una carta. La carta contiene una receta solicitando morfina en una solución al 4 por ciento. Además, en esta carta se le solicita expresamente que vaya al encuentro del remitente debido a que este se encuentra gravemente enfermo. La carta está firmada por el Dr. Serguéi Poliakov, médico del Hospital Gorelovo.
“En nombre de nuestra amistad y de nuestros años en la universidad, le ruego lo más rápido posible. Aunque sea por un día. Aunque sea solo por una hora. Si usted me dice que estoy desahuciado, le creeré…¿Pero quizá aún pueda salvarme…?...”
Sin embargo, una hora después el médico Bomgard es sorprendido con un llamado a su puerta. Recibe la noticia de que el Dr. Poliakov se ha disparado. En su lecho de muerte, el Dr. Poliakov le dice a Bomgard que el diario es suyo. También dejó una nota.
“He renunciado a curarme. No hay esperanza. Tampoco quiero seguir sufriendo. Ya he tenido suficiente. Quiero prevenir a otros para que tengan cuidado con los cristales blancos que se disuelven en veinticinco partes de agua. He confiado demasiado en ellos y me han destruido. Le regalo mi diario… Si le interesa, lea la historia de mi enfermedad.”
A partir de entonces, la historia cambia de narrador, ahora será el Dr. Poliakov a través de su diario quien nos contará su historia que inicia alrededor de un año antes del fatal desenlace.
El diario que Poliakov deja a Bomgard será el texto que leeremos desde entonces en el cual se narra el motivo por el cual el Dr. Poliakov tuvo que administrarse morfina y cómo poco a poco fue cayendo en la espiral de la adicción llevándole a su fatídico final. Un diario íntimo de un año de enfermedad.
Una obra muy interesante y sobre todo un testimonio valioso sobre los efectos nocivos de la adicción. Recomendable.
Dejo aquí algunos fragmentos del texto:
"...En realidad comprendo su preocupación. Efectivamente el morphium hidrochloricum es algo terrible. La adicción a él se crea con mucha rapidez. Pero una afición moderada, ¿acaso es mofinismo...?
" El diablo es una ampolla. ¡La cocaína es el diablo en una ampolla!"
"Yo, el desdichado doctor Poliakov, que en febrero de este año enfermó de morfinismo, advierto a todos aquellos a quienes les toque mi misma suerte, que no traten de sustituir la morfina por cocaína. La cocaína es el veneno más terrible y pérfido. Ayer, Ana apenas logró reanimarme con alcanfor; hoy soy una especie de cadáver..."
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