Fueron catorce años de matrimonio que tuvieron Fiódor Dostoievski (1821-1881) y Ana Grigorievna Dostoievskaya (1846-1918). Durante todo ese tiempo el matrimonio vivió muchos momentos inolvidables tanto felices como desafortunados. Fue Ana el gran pilar de esta familia para que puedan seguir adelante superando las dificultades de la vida. Porque aunque Dostoievski era un famoso escritor, siempre estuvieron afligidos por las continuas deudas.
En este libro la editorial Espinas ha publicado las memorias de Ana durante sus catorce años de matrimonio con Fiódor Dostoievski.
Las memorias están narradas con una sencillez en el lenguaje que permite una lectura cómoda, agradable en el cual se recogen muchos eventos, situaciones, experiencias, anécdotas familiares, que como lector de Dostoievski es un placer leerlo.
Narrada siempre desde el punto de vista de Ana permite conocer esos matices distintos sobre lo conocido por la biografía de Dostoievski y asimismo conocer nuevos datos y vivencias que amplifica el conocimiento de la biografía de Dostoievski. En estas memorias podemos enterarnos de la gran labor de Ana, como esposa, madre, taquígrafa, editora, emprendedora, y su capacidad para manejar las finanzas.
Ana era una mujer de elevados principios, hacía lo posible para contentar a su marido y evitarle también disgustos, sobre todo en el tema de los celos que Dostoievski era un auténtico Otelo. También, por su juventud, Ana a veces tenía un carácter impulsivo que varias veces salvaron de situaciones complicadas como por ejemplo cuando no pudieron encontrar la maleta de viaje de Dostoievski que contenía, entre otras cosas, sus manuscritos de la novela El adolescente.
Ana también cultivó el hábito de coleccionar sellos de correos por muchos años. El surgimiento de esta actividad fue como consecuencia de un comentario de Dostoievski sobre la falta de constancia de la mujer para llevar a cabo proyectos de largo plazo. Ana para demostrar lo contrario decidió dedicarse a la filatelia y esa actividad duro muchos años incluso posterior a la muerte de su marido.
Ana conoció muy joven a Dostoievski, joven inexperta en la vida y ya admiradora de Fiódor Dostoievski, quien le llevaba muchos años y que en ese momento se publicaba por entregas Crimen y castigo.
Fue contratada como taquígrafa para recibir los dictados de Dostoievski y poder terminar más rápido una novela que era apremiante entregarla en un plazo determinado. Desde entonces Ana fue su leal colaboradora, su brazo derecho, su soporte emocional y el amor fiel y sincero que acompañó a Dostoievski hasta su muerte en 1881.
No hay comentarios:
Publicar un comentario