Una nueva novela, una nueva historia. Niki y Alex.
Lectura # 73
Portada del libro digital que he leído |
Perdona si te llamo amor (Scusa ma ti chiamo amore, título original), es la tercera novela del popular escritor italiano Federico Moccia. La obra, en su versión al español se publicó en el 2008 bajo el sello editorial Planeta. En mi caso, la he leído en una versión digital desde mi smartphone.
Bien. De un tiempo a esta parte me estado aventurando a dejar de leer a las novelas decimonónicas para conocer a otros autores, tendencias, modas sobre la literatura contemporánea. En modo explorador. Así, esta novela es fruto de ese afán, pero también principalmente lo es por un peculiar acuerdo que tuve con una lectora. Finalmente, y después de tantísimo tiempo, lo he acabado.
Y no es que la obra sea tan complicada de leerse. No, todo lo contrario. Es sencillísima, súper ligera. Se lee muy rápido. Los motivos de mi demora han sido otros.
Con 686 páginas y más de cien capítulos la novela nos narra la romántica y singular historia entre Niki y Alex.
Niki, una joven de 17 años que va al instituto conoce por primera vez a Alex (Alessandro) quien tiene 36, en un accidente. Un accidente automovilístico. A partir de ese momento, Niki queda enamorada a primera vista y recurrirá a todos sus encantos para conquistar su corazón. Por otro lado, Alex acaba de ser dejado por su novia, Elena, sin explicación alguna, y la está pasado fatal. Él es creativo de marketing y le va bien.
Aventuras, situaciones jocosas y también románticas son las que van desfilando página por página. Un par de historias contadas de vez en cuando que llegan a interrumpir lo narrado sobre los protagonistas. La historia de Niki y Alex es a todas luces entusiasta. Una lectura que apuesta al amor, a dejarse llevar por lo que intuimos, no importa la diferencia de edad ni otras variantes, solo escuchar al corazón.
Particularmente, creo que la novela es muy ligerita para mi gusto, carente de desarrollo de los personajes, no es el tipo de literatura que suelo leer. Es un bocadillo de literatura. Un caramelito.
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Sobre el autor (Tomado de Wikipedia)
Federico Moccia (Roma, Italia, 11 de noviembre de 1963) es un escritor italiano, autor de varias novelas de éxito que, a su vez, se han adaptado al cine. Trabajó previamente como director y guionista de programas de televisión hasta conseguir éxito en el mundo literario.
Este italiano, hijo de Giuseppe Moccia, vivió una infancia muy ligada al mundo del cine gracias a su padre, que fue guionista en varias comedias italianas de los años 70 y 80. Se inició en el mundo laboral de su padre a los 19 años como ayudante del director de Attila flagello di Dio (1982). Cinco años más tarde dirigió su primera película, Palla al centro, pero la falta de éxito que tuvo provocó que Moccia escribiera guiones y dirigiera diversas series.
En 1992 escribió Tres metros sobre el cielo (Tre Metri Sopra il Cielo), su primera novela, la cual fue rechazada por varias editoriales y decidió costear una pequeña edición en la editorial Il Ventaglio.
Nuevamente sin éxito, en 1996 escribió y dirigió la película Classe mista 3A y volvió al mundo de la televisión. En 2004, doce años después de su primera edición,Tres metros sobre el cielo se reeditó, fue todo un éxito de ventas e incluso la historia fue adaptada al cine. El libro, que recibió varios premios, se tradujo a varios idiomas y fue publicado en toda Europa, Brasil y Japón.
En 2006 publicó Tengo ganas de ti (Ho Voglia di Te), secuela de la anterior novela, con la que obtuvo tanto éxito que se decidió, de nuevo, adaptarla al cine. Algo similar ocurrió con Perdona si te llamo amor (Scusa ma Ti Chiamo Amore) (2007), cuya secuela es Perdona pero quiero casarme contigo (2009) (Scusa ma Ti Voglio Sposare) cuyo estreno fue en 2010.
El fenómeno Moccia, como se conoce al éxito de ventas de sus obras, ha provocado en muchos lugares del mundo, en especial en Roma, la moda de colocar candados con el nombre de la pareja y que simbolizan el amor. Esto ha provocado multitud de daños en varios puentes emblemáticos de Europa: así, las autoridades parisinas han declarado esta práctica como una "violación contra la protección del patrimonio" y, en Italia, el peso de tantos candados hizo que una farola del puente Milvio se desprendiera, obligando al alcalde a colocar refuerzos en el mismo.
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