El mismo Fiódor Mikhailovich Dostoievski tuvo que aclarar que su cuento "El cocodrilo" no era una alegoría para atacar a Chernichevsky, sino un cuento de humor, una broma:
Con respecto a "El cocodrilo" el autor dice en "Diario de un escritor", epígrafe "Algo personal" lo siguiente: "Se necesita tener la inteligencia y la sensibilidad poética de Bulgarin para encontrar entre las líneas de esa broma, de ese relato cómico, una alegoría «cívica», y encima contra Chernichevski. ¡Si supiera usted qué estúpida y traída por los pelos es esa acusación! ¡Por lo demás, jamás me perdonaré no haber protestado contra esa infame calumnia hace dos años, cuando empezó a difundirse!"
Pero regresando al cuento, es una pena que esté incompleto, inacabado. No sabremos qué pasará con Iván Matvéievich que continúa dentro del monstruoso y vacuo cocodrilo. No sabremos si su esposa y amigo le harán compañía en ese territorio oscuro y de olor a caucho. No tendremos la oportunidad de leer sus invenciones de sistemas sociales como un nuevo Fourier ni si su esposa concretará el divorcio o si llegará al grado de coronel el alemán dueño del cocodrilo. Cuántos más inventos hará la prensa amarillista sobre la situación y no sabremos si llegarán más cocodrilos para que puedan tragarse más funcionarios, todo por el bien del principio económico.
He aquí la nota anterior al cuento.
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