Con Veritatis Splendor san Juan Pablo II desarrolla amplia y profundamente las cuestiones referentes a los fundamentos mismos de la teología moral. Debemos estar unidos firmemente a la Verdad en Cristo, cumplimiento los M andamientos. Como buen maestro nos alerta contra aquellas corrientes de pensamiento erróneas sobre la moral, y nos enseña que el camino a seguir para alcanzar la vida eterna es la vida en rectitud a Cristo nuestro Señor.
Dejo aquí algunos pasajes seleccionados:
La pregunta inicial del diálogo del joven con Jesús: "Qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?" (Mt 19, 16) evidencia inmeditamente el vínculo esencial entre el valor moral de un acto y el fin último del hombre. Jesús, en su respuesta, confirma la convicción de su interlocutor: el cumplimiento de actos buenos, mandados por el único que es "Bueno", constituye la condición indispensable y el camino para la felicidad eterna: "Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamiento" (Mt 19, 17). La respuesta de Jesús remitiendo a los mandamientos manifiesta también que el camino hacia el fin está marcado por el respeto de las leyes divinas que tutelan el bien humano. Sólo el acto conforme al bien puede ser camino que conduce a la vida. (p.94)
"Sucede frecuentemente -afirma el Aquinate- que el hombre actúe con buena intención, pero sin provecho espiritual porque le falta la buena voluntad. Por ejemplo, uno roba para ayudar a los pobres: en este caso, si bien la intención es buena, falta la rectitud de la voluntad porque las obras son malas. En conclusión, la buena intención no autoriza a hacer ninguna obra mala. "Algunos dicen: hagamos el mal para que venga el bien. Estos bien merecen la propia condena" (Rm 3, 8)" (p.102)
..."No basta realizar obras buenas, sino que es preciso hacerlas bien. Para que nuestras obras sean buenas y perfectas, es necesario hacerlas con el fin puro de agradar a Dios". (p.103)
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