Si uno empieza a citar de memoria a los grandes escritores rusos del siglo XIX o también llamado el siglo de oro de la literatura rusa, es muy probable que se nos olvide mencionar a Iván Goncharov. Sin embargo bien merece formar parte de la pléyade de autores de una calidad literaria superior que con su novela Oblómov lo ha demostrado de principio a fin.
A Oblómov lo leí en dos ediciones, un tramo bajo la traducción de Luis Enrique Juan y luego bajo la traducción de Lida Kúper, esta última en la editorial Alba. Ambas traducciones son similares, aunque en la de Kúper encontré un par de expresiones, propias del español hablado en la península ibérica ( por ejemplo la expresión; -¡Hala, fastidiaros! -exclamó sonriente Zajar... p. 615)
De la traductora:
Lydia Kúper de Velasco (Lodz, 21 de agosto de 1914 - Madrid, 8 de febrero de 2011) fue una traductora hispano-polaca de origen ruso. Formó parte del Grupo de Moscú, que integraron Arnaldo Azzati, Isabel Vicente, José Laín Entralgo o Augusto Vidal, y que se encargó de traducir las grandes obras de la literatura universal rusa. Entre otros autores tradujo obras de León Tolstói, Fiódor Dostoyevski, Iván Goncharov, Antón Makárenko, Vladímir Makanin, Borís Pasternak, Aleksandr Pushkin o Ósip Mandelshtam.
De la portada:
La editorial Alba presenta al libro con una bella portada, se trata de la pintura El rincón de los perezosos del sueco Carl Larsson (1897).
Argumento:
Oblómov es un joven terrateniente ruso que vive de la herencia de sus padres en un piso alquilado de la calle Gorojovaia en San Petersburgo, posee un criado llamado Zajar y se la pasa todo el día dentro de su dormitorio sin interesarse por el mundo exterior. Èl está a gusto acostado en su cama, dependiendo de su criado para todo, incluso para sacarse las botas.
Su amigo Shtolz, un joven ruso de ascendencia alemana es muy distindo a él, mientras Oblómov representa la inactividad, Shtolz representa la vida activa, el trabajo constante, el movimiento sin descanso. Es Shtolz cuyo ímpetu por darle a su amigo Oblómov otro tipo de vida, una vida activa, lo hace salir de su piso y frecuentar a la sociedad.
Fruto de las constantes reuniones, Oblómov conoce a Olga, una jovencita soñadora amiga de Shtolz. Las frecuentes visitas entre ambos hará que surja entre ellos unos sentimientos nuevos que los hará crecer y autodescubrirse. La bondad de Oblómov termina siendo aprovechada por personajes de mala entraña para estafarle. Luego de sufrir diferentes situaciones y salir a flote gracias a Shtolz, finalmente Oblómov termina viviendo en el barrio de Vygord, junto a Agafia Matveievna, una mujer hacendosa y trabajadora, Zajar, Anisia (la mujer de Zajar), entre otros personajes.
Puntos resaltantes:
La prosa.- Goncharov se destaca como un gran novelista que no escatima en utilizar tantas líneas como sea posible para transmitir los sentimientos, pensamientos, reflexiones de los personajes, el autor se destaca como un gran maestro de la construcción de los diálogos. Y el estilo del autor revela un conocimiento profundo del lenguaje. Cada página leída es un viaje sereno sobre un mar calmo.
Los personajes.- Goncharov esculpe a los personajes-tipos de manera muy marcada y diferenciales entre sí para contrastar los diferentes caminos que cada uno irá tomando a lo largo de sus vidas. Definitivamente cada uno ellos llegará a un destino producto de su concepción de la vida que poseen. Allí tenemos a Oblómov, Shtolz, Olga o Agafia; pero también no olvidemos a Zahar o a Tarantiev o Matvei. Oblómov y Agafia Madveievna son unos personaje entrañables.
El tema: Un de los tantos temas presentados en la novela es la confrontación entre la actividad y la inactividad. Shtolz y Oblómov son los máximos representantes de estos polos, respectivamente. No hay manera de definir lo que es Oblómov, es tan único que el narrador solo le queda definir que lo que tiene Oblómov es oblomovismo, termino clave que dió origen a múltiples análisis por parte de la crìtica o estudiosos luego publicarse el libro. También en la novela se reproducen dos tipo de mujer, Olga representante de la mujer soñadora, hambrienta de conocer el mundo y vivir a pleno y por otro lado, Agafia Matveievna, una mujer cuya preocupación únicamente se centra en los quehaceres del hogar. El narrador contrasta claramente dos mundos que se oponen entre sí, el mundo dominado por la actividad y el progreso y el mundo del sosiego y quietud apacible.
El narrador.- Desconocido, pero una pista es arrojada en el último capítulo.
Un pasaje, hay varios que resaltar, he aquí uno sobre Oblómov:
-...¿Quieres que te diga por qué sientes aún cariño por él? (Shtolz le pregunta a Olga)Olga asintió con la cabeza.-Porque tiene una cualidad que vale más que toda inteligencia: ¡un corazón honrado y fiel! Ha conservado esos dones naturales a lo largo de toda su vida. Sufrió toda clase de golpes que le hicieron caer, perder las ilusiones, permanecer inactivo, y al fin, desencantado de todo y sin ganas de vivir, se refugió en el sueño, pero conservó su honradez y su bondad. Ni una sola nota falsa brotó de su corazón, ni se marchó de lodo. Nunca se dejará seducir por una mentira engalanada ni nada le hará seguir un camino falso. Aunque se agite a su alrededor todo un océano de maldad y vileza, aunque todo el mundo estè envenenado y gire al revés, Oblómov jamás rendirá culto al ídolo de la hipocresía. Su alma seguirá siendo pura, honesta y clara...transparente como el cristal. Hay pocas personas como él, son tan escasas como perlas en medio de una muchedumbre. Su corazón es insobornable, se puede confiar en él siempre y en todo...
Oblómov es una bella novela muy recomendable que se disfruta de principio a fin.
Sobre el autor:
Ivan Alexandrovich Goncharov ( 6 (18) de junio de 1812 , Simbirsk , Imperio Ruso - 15 (27) de septiembre de 1891, San Petersburgo, Imperio Ruso) - Escritor y crítico literario ruso. Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de San Petersburgo en la categoría de lengua y literatura rusas(1860), consejero de estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario