domingo, 14 de noviembre de 2021

La alquería de Stepanchikovo y sus habitantes (Dostoievski, 1859)

“—Madrecita bienhechora, es más fácil vivir haciéndose el tonto. Si lo hubiera sabido antes ya de joven me habría apuntado a los bufones y tal vez ahora sería un hombre sabio, pero como quise ser listo desde muy joven, ahora me he convertido en un viejo bufón”

 

Esta novela posee similitudes con El sueño del príncipe no solamente porque se publicó en el mismo año sino porque los hechos que se narran en la novela suceden no en la gran urbe como es San Petersburgo sino en un pueblito ruso cuyo nombre es ya difícil de recordar. Además, la novela mantiene ese estilo en clave de humor como en El sueño del Príncipe y podemos encontrar momentos hilarantes, situaciones absurdas y cómicas no sin perder de vista de un retrato agudísimo de la sociedad.

La alquería de Stepanchikovo y sus habitantes es una novela que la he disfrutado de principio a fin. Contiene una introducción seguido de dos partes que contiene varios capítulos cada una, siendo el último titulado conclusión.

La novela se lee muy fácilmente gracias a la traducción de Lydia Kúper. Narrada en primera persona por el personaje-narrador Serguéi Aleksándrovich sobrino del coronel retirado Yégor Ílich.

Como en todo lo que he leído de Dostoievski en cuanto a narrativa se refiere se puede apreciar que en esta obra luce todo su talento de gran “story-teller”, con un manejo maravilloso de los diálogos.

El argumento de la novela se resume así, Yégor Ílich acaba de retirarse del servicio militar y decide pasar sus días en su Alquería en Stepanchikovo. Poco después su anciana madre recientemente enviudada de un general llega a su casa para habitarla. Pero con ella llegan una serie de personajes que vivían con la generala en la triste aldea de Kniasev. A partir de esa repentina llegada de estos personajes, la alquería de Stepanchikovo se pondrá de patas arriba.

El personaje de la novela sin lugar a duda es Fomá Fomich (Que en una película rusa que está en la web escuché pronunciarlo Fama Famich), este personaje es de los más detestables que he encontrado en la literatura. Manipulador, arrogante, cínico, hipócrita y experto en victimizarse frente a todos para ser compensado con mimos y alabanzas. Antiguo bufón del difunto esposo de la generala, empezará a cambiar de papel cuando llega a Stepanchikovo protegido por la anciana generala luego de enterarse de que esta no se cansa de llamar egoísta y mal hijo al coronel retirado pese a que este siempre le enviaba dinero y le ha recibido en su casa no solamente a ella sino a toda esa tira de locos. Pero no todos son así, por ejemplo Iván Mizínchikov, primo de Serguei es un hombre muy callado, pareciera reflexivo o la niñera de los hijos del coronel, Nasteñka quien es muy amable con los niños.

Porque parece que Stepanchikovo es un manicomio y el mismo Serguei se pregunta en varias oportunidades al verse sorprendido por el comportamiento de los habitantes de Stepanchikovo.

Siervos que intentan aprender francés con letras rusas, una Tatiana que se ríe de todo, pero ya nadie le hace caso, un filósofo borracho, una Perepelítisina que intenta causar discordia, Un Falaley que le gusta bailar el Komarinski, Un Vidopliásov que reniega de su apellido y quiere cambiárselo a cada momento uno tras de otro, un un tío coronel que se rinde en pleitesía ante su injuriador el bufón Fomá Fomich quien tiene a todos prácticamente comiendo de su mano, etc.

Cuando un extraño que tiene una ambición desmedida llega a la casa de un hombre de buen corazón qué innumerables situaciones humillantes estará dispuesto a someter a ese hombre con tal de sentirse superior o más digno. Un personaje sin ningún mérito ni talento cómo teje hora a hora tales situaciones para ser visto como alguien de mucha virtud, alguien que destaca y se pone por encima de los demás y que es tan digno que hasta un coronel retirado deberá llamarlo “su excelencia” para no ofender. De locos.

Todo contado desde el punto de vista del sobrino quien se encuentra de visita. Y que años más tarde contará qué pasó con cada uno de los personajes.

Dentro de la novela también puedo resaltar la nobleza de espíritu del tío Yégor Ílich quien guarda en su interior un amor secreto por uno de los habitantes de Stepanchikovo. Creo que el autor en esta novela quiso darle un final distinto, más justo, que el final de su primera novela Pobres gentes. Esta historia dará varios giros que junto con las artimañas de Fomá Fomich hacen de esta novela una delicia. 
 
“Y con mucho fervor empecé a decir que aun la persona más miserable puede conservar los mejores sentimientos; que la profundidad del alma humana no puede medirse; que no debemos despreciar a los caídos, sino al contrario, buscarlos y ayudarlos a ponerse en pie; que la medida habitual del bien y de la moralidad es injusta, aunque todos la acepten, y muchas más cosas así. En una palabra, me entusiasmé y hasta me referí a la escuela de la naturaleza”

2 comentarios:

  1. Excelente reseña parece de verdad muy interesante, pondré en la lista de los pendientes...........

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    1. Hola, Sheila. Qué bueno que te haya interesado en leerla. Es muy buena.

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